El Poder Judicial sentenció a 26 años de prisión a Sergio Tarache Parra, el ciudadano venezolano responsable del feminicidio de Katherine Gómez, a quien roció con gasolina y prendió fuego en marzo de 2023, a solo dos cuadras de la plaza Dos de Mayo en el Cercado de Lima. La joven murió seis días después a causa de las graves quemaduras que sufrió.

A pesar de la gravedad del caso, la madre de Katherine, Cinthya Machare, mostró su profunda indignación tras conocer la sentencia. En declaraciones a La Rotativa del Aire, expresó su descontento, señalando que la familia esperaba una pena más severa, como los 30 años y seis meses solicitados por la Fiscalía. “Nos sorprendió el juzgado con ese tipo de pena. Es indignante y abrumador. Ahora, de los 26 años, se le va a reducir el tiempo que ha estado en prisión preventiva", manifestó con frustración.

Machare también mencionó que la sentencia no tuvo en cuenta varias agravantes que podrían haber llevado a una pena mayor.

“Para que le den la pena máxima, se necesitaban más agravantes, pero no pudieron recabarse todas. Se suponía que no habría reducción de la pena”, agregó, reiterando su deseo de una condena más justa.

A pesar de la condena, el Ministerio Público ha anunciado que apelará la decisión, con la esperanza de obtener una pena más acorde con la gravedad del crimen. “Tengo esperanza de que el juzgado recapacite, que revisen el caso y le den la condena que ya se había estimado antes”, expresó la madre de Katherine.

El feminicidio que conmocionó a Perú

El crimen de Katherine Gómez ocurrió el 18 de marzo de 2023, cuando Sergio Tarache, tras rociarla con gasolina, le prendió fuego en plena calle. El ataque fue mortal, y Katherine falleció seis días después. Tarache huyó a Colombia, donde fue capturado en abril del mismo año y, posteriormente, extraditado a Perú en enero de 2024.

A pesar de los esfuerzos de la Fiscalía por solicitar una pena de 30 años y seis meses de prisión por feminicidio, la familia de la víctima había manifestado que su deseo era que se impusiera cadena perpetua, debido a la brutalidad del crimen. Ahora, la sentencia de 26 años ha dejado una profunda sensación de injusticia entre sus seres queridos.