El número de víctimas mortales a causa del devastador paso del tifón Yagi por Vietnam ha aumentado a 233, según informaron este viernes medios estatales. Mientras tanto, los equipos de rescate continúan recuperando cadáveres de zonas afectadas por corrimientos de tierra e inundaciones repentinas, que han azotado especialmente el norte montañoso del país.

A pesar de que las aguas del río Rojo en Hanoi, la capital de Vietnam, han comenzado a bajar lentamente, varios barrios permanecen inundados, y los expertos advierten que podrían pasar varios días antes de que las condiciones mejoren por completo en las zonas más afectadas.

103 desaparecidos y más de 800 heridos

El tifón Yagi tocó tierra el pasado sábado, desencadenando una semana de lluvias intensas que han provocado desastres naturales en todo el país. Hasta la fecha, además de los 233 fallecidos, se reportan 103 personas desaparecidas y más de 800 heridos. La mayoría de las víctimas mortales se han registrado en la provincia de Lao Cai, donde una riada repentina arrasó la aldea de Lang Nu. Ocho personas de la comunidad fueron encontradas a salvo este viernes tras haberse marchado antes del desastre.

Daños en infraestructuras y ayuda internacional

El impacto del tifón ha sido devastador, con daños significativos en infraestructuras críticas. Según el informe de UNICEF, la agencia de las Naciones Unidas para la infancia, el tifón y sus consecuencias han afectado a 550 centros de salud, 800 escuelas y más de 100.000 hogares, dejando a más de 3 millones de personas sin acceso a agua potable.

UNICEF está trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno de Vietnam y otras organizaciones para proporcionar ayuda urgente a las áreas más afectadas. Esta asistencia incluye el suministro de agua embotellada, pastillas potabilizadoras, sistemas de filtración y otros recursos esenciales para garantizar que las comunidades afectadas puedan acceder a agua limpia y segura.

Pronósticos inciertos

A pesar de los esfuerzos de rescate y ayuda, las autoridades advierten que el norte del país podría tardar varios días en comenzar a ver una mejora significativa en las condiciones. Las lluvias continúan representando un riesgo, y las comunidades en las zonas más afectadas permanecen vulnerables a nuevos deslizamientos de tierra e inundaciones.

Mientras Vietnam lucha por recuperarse de uno de los tifones más destructivos de los últimos años, la comunidad internacional sigue de cerca la situación, esperando que la asistencia humanitaria y los esfuerzos de rescate puedan salvar vidas y reducir el impacto de esta catástrofe.