China ha anunciado un cambio significativo en su política de jubilación. A partir del 1 de enero de 2025, el gobierno incrementará de manera gradual la edad mínima de jubilación, una medida que responde a las crecientes presiones demográficas y a la sostenibilidad de los fondos de pensiones. Esta reforma, comunicada a través de medios estatales, es vista como una necesidad urgente debido a la disminución de la población activa y el creciente número de personas mayores.

Según el plan anunciado, la edad de jubilación para los hombres aumentará de los 60 a los 63 años. En el caso de las mujeres con empleos de cuello blanco, el umbral subirá de 55 a 58 años, mientras que para las trabajadoras manuales pasará de 50 a 55 años. Estos cambios se implementarán de manera progresiva durante un período de 15 años, ajustando la edad de retiro según los cumpleaños de las personas.

Una población envejecida y menos nacimientos

China, que durante décadas mantuvo uno de los umbrales de jubilación más bajos del mundo, se enfrenta a una rápida envejecimiento poblacional. A finales de 2023, el país contaba con cerca de 300 millones de personas mayores de 60 años, y se espera que ese número aumente a 400 millones para 2035. Este drástico crecimiento de la tercera edad, sumado a la baja tasa de nacimientos y a la mayor esperanza de vida, ha generado una presión insostenible sobre los fondos de pensiones.

La Academia China de Ciencias Sociales advirtió que, de no realizarse ajustes, los fondos públicos de pensiones se quedarían sin recursos para 2035. Las estadísticas muestran que la tasa de dependencia, que mide la relación entre personas mayores de 65 años y trabajadores en actividad, fue del 21.8% en 2022. Esto significa que, actualmente, cinco trabajadores mantienen a un jubilado, pero se espera que esta cifra siga aumentando, reduciendo la capacidad de los jóvenes para sostener a la población inactiva.

Impacto económico y desafíos a corto plazo

Si bien el aumento de la edad de jubilación se considera una medida necesaria a largo plazo, los expertos advierten sobre el impacto a corto plazo. En medio de una economía china debilitada, con dificultades para la creación de empleo y una crisis en el sector inmobiliario, el mercado laboral ya es desafiante para los jóvenes. La extensión de la vida laboral puede complicar aún más la inserción laboral de las nuevas generaciones.

A medida que China ajusta su política de jubilación, el debate se centra en cómo equilibrar las demandas de una población envejecida con las oportunidades laborales para los más jóvenes, mientras se busca preservar la estabilidad de los fondos de pensiones.