Israel ha realizado un ataque aéreo en Beirut, la capital libanesa, después de que Hezbolá lanzara un centenar de cohetes hacia territorio israelí. La ofensiva, calificada como "selectiva" por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), ha causado la muerte de al menos ocho personas y ha dejado a 59 más heridas, según informes del Ministerio de Salud de Líbano.

Los primeros reportes indican que el ataque impactó en Dahieh, un suburbio densamente poblado conocido como un bastión de Hezbolá, causando daños en edificios y vehículos. Esta ofensiva se produjo poco después de que se confirmara el lanzamiento de aproximadamente 140 cohetes por parte de Hezbolá hacia el norte de Israel. Las FDI informaron que algunas de las defensas aéreas interceptaron los proyectiles dirigidos a los Altos del Golán, Safed y la Alta Galilea.

Un ciclo de violencia

La escalada de hostilidades entre ambos bandos ha intensificado el fuego cruzado a lo largo de la frontera en las últimas 24 horas. Israel había llevado a cabo, durante la noche del jueves, una serie de ataques aéreos en el sur de Líbano, impactando más de 100 lanzacohetes y otros "sitios terroristas". Los ataques aéreos, que se extendieron por más de dos horas, fueron considerados algunos de los más intensos en el actual conflicto.

El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha calificado estos ataques como una "declaración de guerra", afirmando que las recientes explosiones en Líbano cruzaron "todas las líneas rojas". Mientras tanto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió que el país está entrando en una "nueva fase de la guerra", enfocando sus esfuerzos en la frontera con Líbano.

Impacto en la población civil

La FDI ha instado a los residentes del norte de Israel a evitar concentraciones masivas y a permanecer cerca de refugios antibombas. En un ataque previo, dos soldados israelíes murieron y un tercero resultó gravemente herido tras el lanzamiento de misiles antitanque por parte de Hezbolá.

Desde el 8 de octubre, tras el ataque sin precedentes de Hamás contra Israel, el conflicto ha dejado cientos de muertos, en su mayoría combatientes de Hezbolá, y ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas de ambos lados de la frontera.

Acusaciones de crímenes de guerra

En un discurso reciente, Nasrallah acusó a Israel de llevar a cabo "una masacre" y describió los ataques como crímenes de guerra. Mientras aviones de guerra israelíes sobrevolaban Beirut, el líder de Hezbolá prometió un fuerte castigo, aunque indicó que su grupo no busca una escalada mayor del conflicto. Reiteró que las acciones de Hezbolá continuarían a menos que se detuvieran los ataques en Gaza.