

La nueva película The Substance, dirigida por Coralie Fargeat, se presenta como una fábula feminista inquietante que, más allá de su aparente gore, ofrece una reflexión profunda sobre la obsesión por la juventud. A medida que la trama se desarrolla, la célebre actriz y gurú del fitness Elisabeth Sparkle (interpretada por Demi Moore) se enfrenta a su 50 cumpleaños y a la cruel realidad de ser despedida por su jefe, interpretado por Dennis Quaid.
Desesperada por recuperar su juventud, Elisabeth se entera de una misteriosa droga del mercado negro, conocida como la Sustancia, que promete devolverle su vitalidad. Sin embargo, el camino hacia esta transformación está plagado de reglas inquebrantables y consecuencias inesperadas, llevándola a una lucha interna que culmina en un impactante desenlace.
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Fargeat, al hablar de su propia experiencia con la ansiedad del envejecimiento, enfatiza que la película busca expresar la violencia con la que la sociedad trata a las mujeres. “Quería que la película superara los límites”, afirmó, añadiendo que la obra ilustra cómo las mujeres son a menudo empujadas a la autoexigencia y el sufrimiento.
La historia también revela las tensiones entre Elisabeth y Sue, una versión más joven de ella misma, quien se convierte en un espejo de sus inseguridades. Moore ha señalado que las escenas de desnudos en la película son fundamentales para retratar la vulnerabilidad del personaje, resaltando la lucha entre el deseo de aceptación y el amor propio.
The Substance no solo explora la superficialidad de los estándares de belleza, sino que también reflexiona sobre las presiones internas que las mujeres se imponen. Con elementos de terror corporal y referencias a clásicos como El retrato de Dorian Gray, la película se ha ganado elogios en festivales de cine, incluido Cannes, donde compitió por la Palma de Oro.
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En resumen, The Substance es un viaje impactante que desafía las nociones convencionales de la belleza y la juventud, invitando a la audiencia a cuestionar las expectativas sociales y a confrontar sus propias inseguridades.