Andrés Hurtado, conocido popularmente como Chibolín, enfrenta una nueva polémica en medio de su proceso judicial por presunto tráfico de influencias y lavado de activos. El presentador de Sábado con Andrés declaró ante las autoridades que solo cursó hasta quinto de primaria, atribuyendo esta situación a su diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Sin embargo, documentos oficiales del Reniec desmienten sus afirmaciones, revelando que Hurtado sí completó la secundaria.

Durante su Control de Identidad, realizado como parte de las investigaciones en su contra, Hurtado alegó que su bajo rendimiento académico fue producto del TDAH, una condición que le habría impedido continuar con sus estudios. Afirmó que debido a esta enfermedad nunca pudo obtener buenas calificaciones: "Siempre tuve todo rojo, nunca un azul", señaló en su defensa.

No obstante, según información obtenida por Perú21, los registros oficiales contradicen esta versión. El Reniec confirma que Andrés Hurtado completó sus estudios secundarios, lo que deja en entredicho la veracidad de su testimonio frente a los magistrados.

Inconsistencias en sus declaraciones

Las contradicciones en el relato de Hurtado no terminan ahí. Además de negar haber completado la secundaria, el conductor también mostró dificultades para recordar detalles importantes como su número de celular, ingresos mensuales e incluso su dirección. Alegó que sus olvidos se debían a los efectos del TDAH y otros problemas de salud, como hipertensión y arritmias cardíacas, que, según él, han complicado su vida personal y profesional.

“Estoy tomando nueve pastillas al día. He tenido hasta 1800 episodios de arritmia. Incluso he contraído COVID-19 en seis ocasiones, lo que ha dejado mis pulmones al 15%”, explicó Hurtado, en un aparente intento de justificar sus dificultades ante el juez.

¿Estrategia de victimización?

Las declaraciones de Hurtado han sido vistas por algunos como un intento de victimización. Aludiendo a múltiples problemas de salud, buscó generar empatía durante la audiencia, aunque las inconsistencias en su relato sobre sus estudios y situación laboral complican aún más su situación legal.

Un ejemplo de ello es la afirmación de Hurtado de que había sido contratado por el centro médico Molisalud, una información que la misma entidad desmintió. "Jamás ha mantenido contrato laboral con nosotros", declaró la empresa a través de un comunicado, desmintiendo cualquier vínculo con el presentador de televisión.

La polémica sigue creciendo

Las revelaciones de Reniec y las continuas contradicciones en las declaraciones de Andrés Hurtado ponen en tela de juicio su credibilidad en medio de las investigaciones. Actualmente, el conductor enfrenta serios cargos por tráfico de influencias y lavado de activos, y su falta de arraigo laboral y las inconsistencias en su testimonio complican aún más su caso.

Mientras tanto, el proceso judicial avanza, y las autoridades continúan investigando tanto sus declaraciones como su posible implicación en actividades ilícitas.