La reciente victoria del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), una formación de extrema derecha con raíces en el nazismo y conocida por su postura pro-Kremlin y antimigratoria, marca un hito en la política austriaca y podría tener profundas repercusiones en la Unión Europea. Este triunfo, el primero en elecciones generales para el FPÖ, se suma a una creciente ola de extrema derecha que ha ganado terreno en varios países del bloque.

Christine Neuhold, profesora de Gobernanza Democrática de la UE en la Universidad de Maastricht, explica que el FPÖ ha utilizado su retórica antimigratoria para captar el apoyo de los votantes, en un reflejo de la tendencia que ya se ha observado en otras partes de Europa. "El discurso antiinmigración ha sido clave en esta campaña", señala.

El auge del FPÖ posiciona a Austria en el centro de un fenómeno paneuropeo en el que la extrema derecha ha logrado avances significativos, con Hungría, Italia y Países Bajos como ejemplos recientes. Aunque no se espera un cambio inmediato en las políticas de la UE, se vislumbra un Parlamento Europeo más polarizado y una posible presión para endurecer las políticas migratorias y retrasar iniciativas clave como el Pacto Verde.