

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió este viernes no saber si el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está dilatando un acuerdo de alto el fuego en Gaza con la intención de influir en las elecciones presidenciales de noviembre en EE.UU.
“Si está intentando influir en las elecciones, no lo sé, pero no cuento con eso”, declaró Biden en respuesta a una pregunta durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, en la que su participación no estaba prevista, sorprendiendo a los presentes.
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Tensión con un aliado cercano
Biden, quien ha sido un firme aliado de Israel, aprovechó la ocasión para recordar su apoyo incondicional al Estado hebreo. “Ningún gobierno ha ayudado a Israel más que yo. Ninguno, ninguno, ninguno. Y creo que [Netanyahu] debería recordar eso”, afirmó contundente.
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A pesar de la histórica cercanía entre ambos mandatarios, la relación se ha vuelto cada vez más tensa en las últimas semanas. Biden ha presionado a Netanyahu para alcanzar un acuerdo de alto el fuego con Hamás y liberar rehenes, algo que aún no se ha concretado.
Algunos demócratas, como el senador Chris Murphy, han sugerido que las acciones de Netanyahu podrían estar vinculadas a las elecciones estadounidenses, buscando perjudicar las posibilidades del Partido Demócrata en los comicios de noviembre. “No creo que sea cínico pensar que algunas de las acciones de Israel están relacionadas con las elecciones en EE.UU.”, dijo Murphy en una entrevista con CNN.
Impacto en las encuestas
La creciente violencia en Gaza y la falta de un acuerdo diplomático parecen estar afectando la imagen de Biden de cara a las elecciones. Las encuestas indican que el apoyo al presidente ha disminuido, especialmente entre los votantes árabes estadounidenses, quienes se muestran descontentos con la postura de EE.UU. en el conflicto.
Este descenso en la aprobación podría afectar también a la vicepresidenta Kamala Harris, quien se perfila como la candidata demócrata en caso de que Biden no continúe en la contienda.
A lo largo de los últimos meses, el presidente ha intentado negociar un alto el fuego entre Israel y Hamás, y aunque en varias ocasiones ha señalado que las conversaciones están avanzadas, el acuerdo sigue siendo esquivo. Biden ha expresado frustración con Netanyahu, quien ha rechazado los informes de que un pacto esté cerca.
Netanyahu desafía los llamados de Washington
El primer ministro israelí negó esta semana que Hamás esté cerca de llegar a un acuerdo, afirmando que “no hay ningún pacto en proceso”, desafiando así los reportes de funcionarios estadounidenses que aseguran que el 90% del acuerdo ya está negociado.
La relación entre Biden y Netanyahu contrasta notablemente con la cercanía que el líder israelí tenía con el expresidente Donald Trump, actual candidato republicano. Trump había mantenido una relación amistosa con Netanyahu, lo que ha llevado a algunos analistas a especular que el primer ministro israelí podría estar jugando una carta política en favor del Partido Republicano.
Crisis en Medio Oriente
Mientras tanto, los ataques israelíes sobre Gaza continúan, al igual que la invasión terrestre en el sur del Líbano. Además, Israel ha prometido responder a un reciente ataque con misiles balísticos lanzado por Irán, lo que agrava aún más las tensiones en la región.
Durante la conferencia de prensa, Biden fue consultado sobre la posibilidad de que Israel ataque los yacimientos petrolíferos iraníes en represalia por los misiles. “Si yo estuviera en su lugar, estaría pensando en otras alternativas que no fueran atacar los yacimientos petrolíferos”, comentó el mandatario.
Esta declaración de Biden provocó un aumento en los precios del petróleo el jueves, ya que la especulación sobre un posible ataque a la infraestructura energética de Irán genera preocupación en los mercados internacionales.
La relación entre Biden y Netanyahu, marcada por décadas de cooperación, atraviesa uno de sus momentos más tensos. Mientras ambos líderes intentan gestionar el conflicto en Gaza, las implicaciones políticas de cara a las elecciones estadounidenses añaden una nueva capa de complejidad a esta delicada situación internacional