Gustavo Alfaro, actual técnico de la Selección de Paraguay, no pudo contener las lágrimas al rememorar su paso por la Selección de Ecuador. En una emotiva conferencia de prensa previa al enfrentamiento por la fecha 9 de las Eliminatorias Sudamericanas, Alfaro compartió sus sentimientos hacia el país que lo acogió. "Gracias a Ecuador, a los jugadores y a toda esa hermosa vivencia que me hicieron pasar; eso lo llevo en el corazón y me acompañará hasta el final de mis días", expresó con la voz entrecortada.

El técnico argentino, quien ahora dirige a Paraguay, reflexionó sobre su legado: "Hoy tengo una nieta a la que contaré que su abuelo tuvo un lugar en el mundo donde fue feliz. Ojalá que Paraguay me brinde otro lugar donde pueda ser tan feliz como fui en Ecuador. Para mí, volver es muy difícil; es un sentimiento muy fuerte", añadió, mostrando su lado más humano, lejos de la figura del entrenador.

En cuanto a la estrategia para su próximo partido, Alfaro fue claro: Paraguay debe proponer juego para evitar la derrota. "Si no tenemos la capacidad de mantener la posesión del balón, nos costará. Si venimos a la altura de Quito y solo nos defendemos, es probable que perdamos", advirtió.

El técnico enfatizó la importancia de no adoptar una postura defensiva. "Debemos tener la pelota, movernos y encontrar la línea de pases, así como saber cómo romper las presiones que Ecuador realiza muy bien", explicó.

A pesar de los cambios en el equipo ecuatoriano, Alfaro reconoció que "Ecuador ya no es solo un equipo de altura, pero tiene experiencia jugando en Quito, aunque les cuesta porque muchos de sus jugadores llegan de afuera, donde no sufren los efectos de la altitud".

Por último, alertó a su equipo sobre la complejidad de los próximos encuentros, subrayando que "será diferente a los partidos disputados contra Uruguay y Brasil. Si nos quedamos con lo que hicimos en esos encuentros, no nos alcanzará; eso sería un error".