Al menos 18 personas han perdido la vida y cuatro más han resultado heridas este lunes en un bombardeo israelí en la localidad de Aitou, ubicada al sureste de Trípoli, una zona de mayoría cristiana que hasta ahora había estado a salvo de ataques aéreos. La Cruz Roja libanesa reportó que siete equipos de ambulancias acudieron al lugar, y las labores de rescate continúan.

Este ataque, el primero de su tipo en Aitou, tuvo como objetivo un apartamento residencial que, según informes, había sido alquilado recientemente. Israel ha centrado su ofensiva en áreas chiítas en el sur y este del Líbano, pero ha comenzado a expandir sus bombardeos a otras comunidades.

Desde finales de septiembre, la campaña de bombardeos masiva de Israel ha dejado más de 2,300 muertos y ha obligado a más de 1.2 millones de personas a huir de sus hogares, según cifras oficiales del Gobierno libanés. La situación humanitaria se agrava a medida que las autoridades locales intentan atender las necesidades de los desplazados.

En respuesta a los ataques, el grupo chií Hezbolá lanzó este lunes múltiples andanadas de cohetes contra una base naval al noroeste de Haifa y un cuartel militar en Netanya, en lo que califica como una defensa de su país y su pueblo. Hezbolá ha intensificado sus operaciones desde la muerte de su líder, Hasán Nasrala, en un ataque israelí en Beirut a finales de septiembre.

Mientras tanto, la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) ha reportado el hallazgo de artefactos explosivos en una carretera cercana a su base, lo que resalta el riesgo creciente para las fuerzas de paz en medio de esta escalada de violencia.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá para discutir la situación en el Líbano, donde los ataques israelíes han provocado una crisis humanitaria sin precedentes y han intensificado las tensiones en una región ya inestable.