El jefe de Operaciones de la segunda brigada del Ejército de Israel, Ariye Hominer, reveló que las tropas han hallado numerosos túneles y arsenales del grupo chií Hezbolá cerca de las posiciones de la FINUL, la misión de paz de la ONU en Líbano. Durante una visita a las tropas en Shlomi, localidad israelí adyacente a la frontera libanesa, Hominer expresó su asombro por la cantidad de infraestructura de Hezbolá encontrada "en las narices de los cascos azules".

“Es sorprendente que, a pesar de la cantidad de bases de las fuerzas de la ONU, hemos encontrado tanta infraestructura de Hezbolá: túneles, arsenal... ¿Cómo es posible?”, cuestionó el militar.

Desde el 1 de octubre, Shlomi y otras ciudades de la Galilea han sido declaradas zonas militares cerradas, donde las tropas se preparan para operaciones en territorio libanés tras la invasión del sur de Líbano. A pesar de las tensiones, Hominer defendió la buena comunicación del Ejército israelí con la FINUL, aunque admitió que el “mandato de la ONU no está haciendo el trabajo que debería estar haciendo” en la región. Hasta ahora, al menos cinco cascos azules han resultado heridos en varios incidentes con las fuerzas israelíes.

Continúan los ataques a Líbano

Hominer también aseguró que Israel no detendrá sus ataques a Líbano, que incluyen bombardeos desde el 23 de septiembre, hasta lograr el objetivo de devolver a los israelíes desplazados de las comunidades cercanas a la frontera. “Ojalá sea pronto, pero no nos limita ni el tiempo ni el espacio”, afirmó.

En las últimas horas, las fuerzas armadas israelíes detectaron el lanzamiento de más de 110 cohetes desde Líbano, aunque la mayoría fueron interceptados o cayeron en áreas deshabitadas. Un dron que se acercaba a territorio israelí fue interceptado por la Fuerza Aérea, marcando el quinto vehículo aéreo no identificado abatido ese día.

Desde que comenzó el intercambio de fuego entre el Ejército israelí y Hizbulá el 8 de octubre del año pasado, aproximadamente 60,000 israelíes han sido desplazados del norte del país. Por su parte, más de 1.2 millones de libaneses han tenido que abandonar sus hogares debido a los bombardeos israelíes, que han dejado más de 2,500 muertos en el último año, la mayoría desde que Israel intensificó su ofensiva en septiembre.