La violencia no da tregua en Lima. Este jueves se registraron ocho asesinatos en la capital, en un contexto marcado por el estado de emergencia impuesto en varios distritos para frenar los crímenes vinculados a las extorsiones. A pesar de esta medida, el sicariato continúa cobrando vidas y desafiando las estrategias de seguridad del Gobierno.

Seis homicidios ocurrieron en el distrito de Ate, otro en Villa María del Triunfo (VMT) y uno más en San Juan de Miraflores (SJM). El primer crimen tuvo lugar en la madrugada en la avenida Nicolás Ayllón, donde un hombre de entre 20 y 25 años fue hallado muerto con dos impactos de bala. Vestía ropa deportiva, y su cuerpo yacía en plena vía pública, desatando alarma en los vecinos.

En otro impactante caso, un triple asesinato conmocionó a la comunidad de Huaycán. Una madre y sus dos hijos fueron acribillados dentro de su casa en la zona Z de la asociación Cerrito La Libertad. Otros dos hijos menores, de 5 y 9 años, presenciaron el crimen.

Horas después, en la tarde, dos hombres fueron atacados en una cevichería en la avenida Metropolitana, cerca de la avenida Las Nueces, también en Ate. Las víctimas, identificadas como Ángel Ramos Ureta y Juan Carlos Ricaldi Blanco, fueron sorprendidas por dos sujetos en moto que irrumpieron en el local y abrieron fuego tras una discusión.

Más tarde, en VMT, dos personas en un automóvil fueron interceptadas a balazos en el cruce de los jirones Manco Inca y Sinchi Roca, en Tablada de Lurín. Uno de ellos falleció, mientras que su acompañante, Bernardo Polo Reyes, resultó herido y fue trasladado al hospital María Auxiliadora.

La noche cerró con otro asesinato en SJM. Jin Kelly Paico Gordillo, de 47 años, fue baleado mientras intentaba resistirse a un aparente robo de su camioneta. A pesar de ser auxiliado por sus familiares y llevado a una clínica, perdió la vida antes de llegar.