

En un vibrante mitin en Georgia, el expresidente Barack Obama se reunió con Bruce Springsteen, conocido como “The Boss”, en un esfuerzo por respaldar la candidatura de Kamala Harris para la presidencia de Estados Unidos. Este encuentro evocó recuerdos de 2008, cuando Obama, al seguir a Springsteen en el escenario, proclamó que "se avecina un levantamiento", un augurio que se materializó con su victoria electoral.
Esta vez, en el suburbio de Clarkston, la atmósfera era diferente. Springsteen, al interpretar “Land of Hope and Dreams”, instó a los presentes a apoyar a Harris, describiendo a Donald Trump como un "tirano estadounidense" que no comprende lo que significa ser verdaderamente estadounidense. Las palabras de Springsteen resonaron en el contexto de una contienda electoral en la que la sombra del exmandatario pesa sobre los demócratas.
Obama, por su parte, no se contuvo al criticar a Trump, haciendo eco de los recientes comentarios de John Kelly, ex secretario general de la Casa Blanca, quien lo catalogó como un aspirante a dictador. “El hecho de que actúe de manera ridícula no significa que su presidencia no sea peligrosa”, advirtió Obama, recordando a los votantes que su legado político está en juego en esta elección.