Este martes, la Fiscalía de la Nación allanó la casa y el despacho de la congresista peruana María Agüero en el contexto de una investigación sobre presuntos recortes salariales a sus trabajadores. Según las denuncias, la legisladora estaría reteniendo hasta un 10% de los salarios de su personal, dinero que supuestamente destinaba a cubrir gastos de su partido y asuntos personales. Las autoridades buscan pruebas que confirmen la participación de Agüero en esta supuesta red.

El caso salió a la luz en agosto, cuando una extrabajadora reveló al programa Punto Final que Agüero y su asesor, César De la Cruz, recogían parte de los sueldos y bonos de los empleados. La congresista justificaba el recorte argumentando “gastos de logística” del partido. Además, los empleados habrían tenido que asumir otros costos, como arreglos del auto de Agüero. Aunque la congresista y su asesor niegan las acusaciones, se han documentado varias transferencias de dinero entre trabajadores y personas cercanas a la legisladora.

Uno de los receptores de estos fondos, Edson Flores, coordinador de Agüero en Arequipa, habría recibido transferencias por un total de S/27,150. Algunas de estas coincidieron con los viajes de la congresista a la región, sugiriendo un patrón en el envío de dinero.

Agüero, quien ha expresado en varias ocasiones su descontento con el salario de los congresistas, posee dos propiedades en Los Ángeles, Estados Unidos, cuyo valor actual supera los dos millones de dólares. Además, ha sido criticada por usar un vehículo registrado a nombre de su hermano en EE. UU. y por vestir polos con mensajes de apoyo al líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón.

La Fiscalía continuará con la investigación para esclarecer la posible implicación de la congresista en este esquema de recortes salariales, mientras que Agüero asegura que sus cuentas son transparentes.