El programa de alimentación escolar Qali Warma enfrenta serias denuncias por corrupción, negligencia y casos de intoxicación que han puesto en riesgo la salud de miles de estudiantes en Perú. A pesar de una reestructuración anunciada por el ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Javier Demartini, las denuncias continúan, reflejando problemas profundos en el sistema.
La crisis estalló tras reportarse múltiples incidentes de intoxicación. En Puno, 19 estudiantes del colegio Gamaliel Churata fueron hospitalizados tras presentar síntomas de mala alimentación. Semanas después, en Cajamarca, 20 escolares de la IE Señor de los Milagros sufrieron dolores abdominales y dificultades respiratorias tras consumir alimentos del programa.
En respuesta, la Defensoría del Pueblo pidió evaluar declarar en emergencia a Qali Warma. Sin embargo, la situación se agravó en agosto, cuando 20 estudiantes en Áncash presentaron síntomas de intoxicación después de consumir el almuerzo escolar.
Recientemente, el programa televisivo Punto Final reveló un presunto esquema de corrupción que involucra a la empresa Frigoinca, proveedora de alimentos para Qali Warma. La investigación muestra que se habrían pagado sobornos para encubrir el mal estado de conservas de pollo, carne y cerdo de la marca ‘Don Simón’. Una de las extrabajadoras de Frigoinca confesó que las carnes eran adulteradas, incluso con carne de caballo, afectando a cuatro regiones del país.
A raíz de estas denuncias, seis funcionarios de Qali Warma fueron separados, mientras la Fiscalía investiga el caso. Este escándalo ha puesto de relieve la necesidad de una reforma integral en el programa para asegurar la salud y bienestar de los estudiantes del país.