Un nuevo escándalo político sacude a Perú tras las declaraciones de Yaziré Pinedo, quien acusa al ex primer ministro Alberto Otárola de sobornar a tres congresistas con S/ 120 mil para proteger a la presidenta Dina Boluarte de denuncias en el Congreso. Pinedo, quien previamente fue vinculada sentimentalmente con Otárola, afirmó haber presenciado el acto en el estudio del exfuncionario cuando él le pidió anotar los nombres de los legisladores en sobres manila.

En sus declaraciones, Pinedo mencionó que Otárola, quien en ese momento era responsable de la defensa legal de Boluarte, le mostró una lista con nombres y montos, y le pidió ayuda para "organizar los sobres". Al ser consultada por los nombres de los legisladores, Pinedo señaló que se trata de Wilson Soto Palacios (Acción Popular), Segundo Quiroz y Elizabeth Medina (ambos del Bloque Magisterial), quienes ya habían sido mencionados en denuncias previas por Zamir Villaverde, empresario que también ha señalado a Otárola de corrupción.

El ex primer ministro respondió con contundencia en una entrevista televisiva, calificando a Pinedo de "mentirosa, extorsionadora y difamadora", y argumentando que sus acusaciones son parte de una "obra bufa" orquestada por intereses criminales en su contra. Otárola también instó a la Fiscalía de la Nación a revisar las declaraciones de Pinedo, señalando que ella misma había afirmado anteriormente que era víctima de extorsión y manipulada por terceros.

El contexto político

Esta acusación se suma a las ya tensas relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo en Perú. En medio de una crisis de confianza, las denuncias contra Otárola y su supuesto intento de "blindaje" hacia Boluarte reflejan una creciente preocupación sobre la estabilidad del gobierno y las alianzas políticas en el Congreso.