

La comunidad científica despide a Joanne Chory, una de las biólogas más influyentes de nuestra era, quien falleció a los 69 años. Reconocida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2019, Chory marcó un hito con sus aportaciones sobre cómo las plantas responden al cambio climático.
Chory, junto con la argentina Sandra Myrna Díaz, recibió este prestigioso galardón por sus investigaciones pioneras en biología vegetal, fundamentales para combatir el cambio climático y preservar la biodiversidad. Su trabajo desentrañó los mecanismos moleculares y genéticos que permiten a las plantas adaptarse a condiciones ambientales cambiantes como la luz y la temperatura.
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Un legado para el futuro del planeta
La científica dedicó gran parte de su carrera al desarrollo de especies vegetales con capacidad para absorber hasta veinte veces más dióxido de carbono que las plantas comunes. Estas investigaciones, realizadas principalmente en el Instituto Salk, buscan soluciones sostenibles frente al calentamiento global.
“Joanne Chory será recordada por su brillante trayectoria como investigadora y su incansable compromiso con la ciencia. En la Fundación siempre la recordaremos con admiración, respeto y cariño”, expresó Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Princesa de Asturias.
Una vida dedicada a la ciencia
Nacida en Methuen, Massachusetts, en 1955, Chory se graduó en Biología en Oberlin College y se doctoró en Microbiología en la Universidad de Illinois. Su carrera incluyó estudios postdoctorales en Harvard y más de tres décadas de investigación en el Instituto Salk, donde lideró el Laboratorio de Biología Celular y Molecular de Plantas.
Entre sus principales logros destacan el uso de Arabidopsis thaliana como organismo modelo y sus descubrimientos sobre el papel del fitocromo, una proteína sensible a la luz, en la regulación genética de la fotosíntesis.