El inicio de la Liga Peruana de Vóley 2024/2025 no fue como se esperaba. La jornada inaugural se suspendió debido a desacuerdos entre los clubes y la Federación Peruana de Vóley (FPV), desatando una gran polémica en el deporte. La controversia comenzó cuando la FPV anunció, en un comunicado sorpresa, que la fecha 1 se jugaría a puertas cerradas debido a problemas logísticos, lo que desconcertó a los aficionados que ya se encontraban a las afueras del Polideportivo de Villa El Salvador, listos para alentar a sus equipos.

La razón detrás de la medida fue que la FPV no gestionó los permisos necesarios para permitir el acceso del público a tiempo. A pesar de la sorpresa, los equipos Regatas Lima y Olva Latino ya estaban calentando en la cancha, pero, al conocer la noticia, decidieron no ingresar al campo. Ambos equipos hicieron pública su protesta en vivo, lo que dejó desconcertados a los comentaristas de Movistar Deportes.

Protesta de los clubes

Lo que parecía un simple desacuerdo de unos pocos equipos, pronto se convirtió en una protesta unánime. La decisión de no jugar no fue exclusiva de Regatas Lima y Olva Latino, sino que fue respaldada por los 12 clubes participantes de la liga. Los presidentes de las escuadras se reunieron para discutir los motivos de la protesta y expresaron su rechazo a la gestión de la FPV, principalmente por temas económicos, la falta de acuerdos sobre auspiciadores y las condiciones que los clubes consideran desventajosas en la organización del torneo.

Sandra Rodríguez, comentarista de Movistar Deportes, se mostró visiblemente afectada por la situación. “Es una lástima para todos los ‘voleilovers’. La unión hace la fuerza, si las cosas no están bien, los equipos hacen el espectáculo. Es la primera vez que pasa esto, no sé si llorar, me siento mal”, expresó, reflejando la sorpresa y el desconcierto generalizado.

Situación económica y organizativa

La protesta de los clubes también responde a cuestiones económicas y organizativas. Muchos de los equipos consideran que no se sienten beneficiados por la gestión de la FPV y su falta de comunicación en cuanto a la asignación de auspiciadores y otras decisiones clave. Según Sandra Rodríguez, la falta de organización de la FPV también estuvo relacionada con la autorización de los permisos para el público, que no se gestionaron con la debida antelación. "Hay dos televisoras listas y la indignación es muy grande", agregó Rodríguez.

A pesar de que otros equipos como Rebaza Acosta, Circolo Sportivo Italiano, Alianza Lima y Atenea llegaron al Polideportivo de Villa El Salvador, decidieron no ingresar al campo de juego como parte de la protesta. Los clubes se retiraron del lugar, dejando claro que no jugarían hasta que se resuelvan los conflictos con la FPV.

Futuro incierto

El futuro de la Liga Peruana de Vóley 2024/2025 está en duda tras este polémico inicio. Los clubes esperan que la FPV tome medidas inmediatas para solucionar los problemas que llevaron a esta situación, especialmente en términos económicos y organizativos. Sin embargo, la desconfianza sigue creciendo entre los equipos y la Federación, lo que podría generar más complicaciones a lo largo del campeonato.

Los aficionados esperan que se resuelva pronto este conflicto, ya que la imagen del vóley peruano está en juego. Este incidente pone en evidencia la creciente tensión entre la Federación y los clubes, que ahora más que nunca, exigen ser escuchados para garantizar el futuro del deporte en el país.