lunes 08 de diciembre de 2025 - Edición Nº524

Mundo | 2 dic 2024

La guerra en Siria se intensifica: ofensiva rebelde amenaza al régimen de Assad.

Siria vive una nueva escalada de violencia con la ofensiva rebelde en Idlib, que amenaza al régimen de Assad, mientras el conflicto regional se agrava tras los atentados de Hamás y la intervención de actores internacionales como Israel, Irán y Rusia.


La guerra en Siria, que parecía estar en una fase de estancamiento tras más de una década de conflicto, ha reanudado su curso con una intensidad alarmante. La ofensiva reciente de un grupo rebelde liderado por Hayat Tahrir al Sham (HTS) en la provincia de Idlib ha alterado el equilibrio de poder, dando un golpe significativo al régimen de Bashar al Assad.

Desde el 27 de noviembre, los rebeldes han logrado avances asombrosos, recapturando zonas clave como la ciudadela de Alepo, que entre 2012 y 2015 había sido un bastión del gobierno sirio. Esta ofensiva ocurre en un contexto de creciente tensión en Oriente Medio, con la guerra en Siria siendo apenas una de las múltiples crisis en la región, exacerbada por el conflicto entre Israel y Hamás.

La fragmentación del conflicto sirio

Durante años, el gobierno de Assad sobrevivió gracias a los apoyos de potencias como Rusia, Irán y el grupo libanés Hezbolá, que intervinieron contra diversos grupos rebeldes, incluidos los extremistas del Estado Islámico. Sin embargo, la actual situación plantea nuevos desafíos para el régimen: Irán está debilitado por los ataques israelíes, mientras que Hezbolá se encuentra en una posición vulnerable debido a los ataques del mismo Israel. Rusia, que había apoyado al régimen sirio, ahora tiene su atención centrada en Ucrania, lo que limita su capacidad de intervención directa en Siria.

HTS y la nueva estrategia en la ofensiva

Hayat Tahrir al Sham, un grupo con raíces en Al Qaeda, ha modificado su estrategia, alejándose de su ideología yihadista para ganar apoyo popular en Siria. El líder de HTS, Abu Mohammad al-Jawlani, ha tratado de presentar la ofensiva como una lucha de liberación nacional y no como un movimiento islamista. A pesar de estos esfuerzos, el grupo sigue siendo considerado terrorista por varios actores internacionales, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea.

La ofensiva ha dejado al régimen de Assad sin poder recuperar todo el territorio perdido desde 2011, a pesar de sus victorias en áreas clave. La coalición rebelde sigue avanzando, mientras que la falta de una fuerza aérea equivalente y la creciente presencia de drones en el conflicto agregan una nueva dimensión a la guerra.

La compleja situación internacional y los riesgos para la paz

El panorama internacional se complica aún más con las intervenciones de actores externos como Estados Unidos, Turquía y las fuerzas kurdas, que controlan grandes áreas del noreste de Siria. La ONU ha advertido sobre el grave riesgo que la intensificación de los combates representa para la población civil, señalando que ninguna de las partes involucradas puede resolver el conflicto de manera militar.

A pesar de los esfuerzos internacionales por implementar un proceso de paz en Siria, con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU como marco, el régimen de Assad ha continuado rechazando cualquier proceso de negociación que implique su salida del poder. La situación sigue siendo incierta, y la guerra parece lejos de concluir.

El futuro incierto de Siria

El régimen de Assad sigue contando con un núcleo de apoyo en Siria, especialmente entre aquellos que lo ven como el mal menor frente a los extremistas yihadistas. Sin embargo, si la ofensiva rebelde sigue ganando terreno, el régimen podría enfrentar una amenaza existencial, lo que añadiría una nueva capa de incertidumbre al ya volátil escenario en Siria y en Oriente Medio en general.

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