Aviones de combate israelíes llevaron a cabo este lunes una serie de ataques contra las localidades de Yaroun, Maron al Ras y Hanin, ubicadas en el sur del Líbano, cerca de la frontera con Israel. El ataque se produjo después de que el grupo chií Hezbolá lanzara dos proyectiles hacia posiciones israelíes, según reportó la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).

El bombardeo, realizado alrededor de las 18:30 horas locales (16:30 GMT), no dejó detalles sobre víctimas o daños materiales inmediatos. Sin embargo, esta ofensiva israelí se produce en medio de una frágil tregua entre Israel y Hezbolá, que entró en vigor la madrugada del miércoles pasado, poniendo fin a más de un año de hostilidades entre ambos actores, las cuales dejaron cerca de 4.000 muertos, la mayoría de ellos en los últimos meses del conflicto.

El grupo Hezbolá reivindicó un ataque previo en la mañana de hoy, el primero desde el inicio del alto el fuego, dirigido a una posición israelí en la zona fronteriza de Kafr Shuba, cerca de las granjas de Shebaa, un territorio disputado por Israel y Líbano. Hezbolá calificó su acción de “respuesta defensiva” a lo que considera violaciones reiteradas del acuerdo de alto el fuego por parte de Israel.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, condenó el lanzamiento de proyectiles por parte de Hizbulá y advirtió que Israel respondería “con firmeza”. Según Netanyahu, este ataque representa una grave violación del acuerdo de tregua.

Por su parte, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, acusó a Israel de violar el alto el fuego en más de 50 ocasiones desde su entrada en vigor y solicitó que los observadores internacionales exijan a Israel el retiro de sus tropas del territorio libanés.

Aunque los ataques se han reducido considerablemente desde la implementación del alto el fuego, las acusaciones mutuas de violación del acuerdo ponen en duda su estabilidad, dejando en el aire la posibilidad de una nueva escalada de violencia.