viernes 31 de enero de 2025 - Edición Nº213

Actualidad | 4 dic 2024

La fiscal Elizabeth Peralta huye de la justicia tras dictamen de prisión preventiva

La fiscal suspendida, acusada de corrupción y tráfico de influencias, se mantiene en clandestinidad tras la orden de 18 meses de prisión preventiva. Su abogado aseguró que acataría la decisión, pero horas después reveló que Peralta había desaparecido. La Corte Suprema ordenó su inmediata captura.


La fiscal Elizabeth Peralta, suspendida de su cargo por su presunta participación en una red de tráfico de influencias y sobornos, no se entregará a las autoridades, confirmó su abogado, Benji Espinoza, tras la decisión del Poder Judicial de dictar 18 meses de prisión preventiva en su contra. La medida fue tomada el 3 de diciembre por el juez supremo Gustavo Álvarez.

A pesar de que Espinoza había declarado inicialmente que Peralta acataría la sentencia, horas después, Canal N reveló que la fiscal decidió ponerse en clandestinidad. El abogado señaló que su cliente no estaba conforme con la resolución, pero aclaró que "respetaba" la decisión judicial. Sin embargo, lo que parecía un compromiso de entregarse a la justicia dio un giro, y la Corte Suprema de Justicia emitió un oficio urgente solicitando la ubicación y captura inmediata de Peralta.

Peralta está implicada en una serie de casos de corrupción que incluyen su vínculo con el empresario Javier Miu Lei y el presentador de televisión Andrés Hurtado, ambos relacionados con presuntos sobornos. Se le acusa de ofrecer su influencia para gestionar la devolución de oro incautado, recibir dinero a cambio de frenar investigaciones y de estar involucrada en un intento de extorsión a la familia de Iván Siucho, testigo clave en uno de los casos.

La situación empeoró a finales de noviembre, cuando la fiscal adjunta Alejandra Cárdenas presentó pruebas que implicaban a Peralta en intentos de obstruir investigaciones de alto perfil, como la de Keiko Fujimori y el alcalde de Cajamarca, Joaquín Ramírez. Durante un allanamiento, se hallaron evidencias que sugerían la manipulación de pruebas y posibles vínculos con organizaciones criminales.

En medio del proceso, Peralta alegó haber cooperado con las investigaciones, aunque se negó a entregar su celular, justificando que lo tenía su hija, lo que contradecía su versión anterior de haberlo perdido. "Pido que se haga una pericia caligráfica para que vean que no es mi letra", manifestó visiblemente afectada, insistiendo en su inocencia.

El caso de Peralta sigue siendo uno de los más complejos del Ministerio Público, y su evasión de la justicia añade un nuevo capítulo a una historia de corrupción que tiene al país en vilo.

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