La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha intensificado sus esfuerzos para identificar el origen de una enfermedad misteriosa que ha provocado varias muertes en la República Democrática del Congo (RDC). Aunque se considera que un patógeno respiratorio, posiblemente relacionado con los virus de la gripe o la COVID-19, podría ser el causante, las autoridades también están analizando otras posibles causas como la malaria o el sarampión.

La OMS informó este viernes que desde finales de noviembre, sus responsables locales han estado colaborando con las autoridades sanitarias congoleñas en la provincia suroccidental de Kwango, donde se encuentra el epicentro de la enfermedad, en la localidad de Panzi. La situación ha sido complicada debido a la dificultad de acceso por carretera y la limitada infraestructura de comunicación en la zona, lo que ha dificultado el rastreo de casos.

Hasta el momento, el Ministerio de Salud Pública de la RDC ha reportado 394 casos sospechosos, de los cuales 30 han resultado mortales. Los síntomas incluyen fiebre, dolores de cabeza, secreción nasal, tos, dificultad para respirar y anemia.

El nuevo contingente de expertos que la OMS enviará a la RDC se enfocará en investigar la causa de la enfermedad, para proporcionar apoyo adicional a las autoridades sanitarias locales.

Este brote ocurre en un contexto de otra emergencia en el país, ya que la RDC enfrenta también un brote de mpox (anteriormente conocida como viruela símica), con más de 47.000 casos sospechosos y alrededor de 1.000 muertes. Debido a su rápida propagación, la OMS declaró este brote como una emergencia internacional en agosto de 2023.

La situación sigue siendo delicada, y la comunidad internacional se mantiene en alerta mientras se investigan los orígenes de la nueva enfermedad que amenaza a la población en la RDC.