El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue sometido a una cirugía exitosa en Sao Paulo para drenar una hemorragia cerebral provocada por una caída en su hogar a finales de octubre, según informó este martes el Gobierno brasileño a través de una nota médica. A sus 79 años, Lula se encuentra "bien" y bajo seguimiento en la unidad de cuidados intensivos, aunque se espera que permanezca en este estado durante al menos 48 horas más, con contacto limitado solo a su equipo médico.
"Está estable, consciente y tranquilo", comentó el portavoz presidencial, Paulo Pimenta, en una entrevista de radio. Sin embargo, la salud del presidente ha sido una preocupación creciente, especialmente considerando su edad y el contexto político. Lula, que se encuentra a mitad de su tercer mandato no consecutivo, ha enfrentado críticas debido a los resultados poco favorables de su Partido de los Trabajadores en las recientes elecciones municipales, lo que ha abierto el debate sobre su sucesión.
La caída de Lula a finales de octubre, que le provocó un traumatismo en la parte posterior de la cabeza, ya había limitado su agenda y llevado a la cancelación de varios viajes. A pesar de esta lesión, Lula continuó trabajando, aunque redujo sus desplazamientos. El lunes pasado, tras quejarse de un dolor de cabeza intenso, fue trasladado a un hospital en Brasilia, donde una resonancia magnética reveló la hemorragia intracraneal que requirió cirugía urgente.
El presidente fue transferido a Sao Paulo, donde fue operado en el Hospital Sirio Libanés, una de las instituciones médicas más prestigiosas del país. Una vez superada la anestesia, Lula despertó y se volvió a dormir, según relató un asesor presidencial.
El vicepresidente, Geraldo Alckmin, suspendió sus actividades en Sao Paulo para regresar a la capital, Brasilia, donde asumirá las funciones presidenciales, incluida una visita oficial del primer ministro eslovaco, Robert Fico. No obstante, se estima que Lula no tendrá que transferir formalmente sus poderes a Alckmin en esta ocasión.
A pesar de los recientes problemas de salud, pruebas realizadas en noviembre mostraron que Lula se mantenía estable y activo. Recientemente, viajó a Montevideo para discutir un acuerdo comercial en el marco del Mercosur, aunque la lesión que sufrió lo obligó a cancelar su participación en la cumbre del BRICS en Kazán, Rusia, debido a las recomendaciones médicas de evitar vuelos largos.