

Un curioso caso de extorsión se presentó en La Libertad, cuando la Policía Nacional intervino a un delincuente que, en un intento por evadir la identificación, imitaba las voces de famosos personajes de Disney para extorsionar a sus víctimas. El arresto se produjo en el distrito de Alto Trujillo, donde Pedro Denis Zavaleta Ávalos, conocido como ‘Pato’, de 35 años, estaba a punto de recibir S/1.000 que había solicitado a una de sus víctimas, que resultó ser un agente encubierto de la Policía.
Lo más llamativo de este caso es que Zavaleta reconoció durante su detención que utilizaba las voces de Mickey Mouse y del Pato Donald para realizar sus extorsiones, con la esperanza de que su voz no fuera identificada. En las grabaciones obtenidas por la Policía, se escucha al extorsionador decir: “Escúchame, papá. Completa los S/1.000 soles y yo te voy a dejar tranquilo”. Además de enviar amenazas por audios y llamadas de WhatsApp, Zavaleta usaba estas imitaciones como estrategia para mantener un perfil bajo.
Tras la intervención, la Policía revisó la vivienda de Zavaleta, encontrando municiones de armas de fuego y dinamita, lo que refuerza la hipótesis de que el delincuente estaba vinculado a otros actos de extorsión. Actualmente, el detenido está siendo investigado para determinar si participó en más casos en distritos cercanos a Trujillo, como Florencia de Mora y El Porvenir. Aunque ‘Pato’ ya tenía antecedentes por estafa, esta es la primera vez que enfrenta acusaciones por extorsión.
Extorsiones en La Libertad: Un problema creciente
La región de La Libertad enfrenta una crisis de inseguridad, que ha llevado al gobierno a declarar un estado de emergencia en febrero de este año, con el objetivo de frenar la ola de criminalidad en distritos como Trujillo, Pataz y Virú. A pesar de las medidas implementadas, las extorsiones siguen siendo un problema grave. Según datos de la Policía Nacional, Lima, La Libertad y Piura concentran la mayoría de las denuncias de extorsión en el país. Solo en octubre se registraron 59 denuncias diarias, lo que equivale a una denuncia cada 24 minutos.
En cuanto a la modalidad de extorsión, ha evolucionado en Lima Metropolitana, donde los delincuentes ahora operan en pleno día bajo el disfraz de “peajes clandestinos”. Los extorsionadores cobran a los conductores de buses cada vez que pasan cerca de un ‘punto de control’ improvisado. Con armas en mano, exigen pagos a los choferes en paraderos y bermas centrales, y si no reciben el dinero, amenazan con golpear o disparar.
Este nuevo fenómeno refleja el nivel de violencia y control territorial que los extorsionadores ejercen sobre las rutas y comunidades, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de seguridad en diversas zonas del país.