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En medio de un discurso pronunciado en su natal Chalhuanca, Apurímac, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, volvió a generar controversia con una frase que rápidamente se viralizó. En respuesta a la baja aprobación con la que terminará 2024, la mandataria recurrió a una cita bíblica de Jesús durante su crucifixión para justificar su gestión y las encuestas desfavorables.
En su discurso, Boluarte expresó: “Cuando las personas allá en Lima dicen ‘3% de aprobación de la presidenta’, ¿nosotros qué les decimos? Yo solamente sonrío y digo: señor, perdónalos porque no saben lo que dicen y lo que encuestan”. La frase, que hace eco de las palabras atribuidas a Jesús en el Evangelio de Lucas, fue un intento de la presidenta de restar importancia a las encuestas que reflejan su histórica baja popularidad, una de las más bajas en la historia reciente de Perú.
Un año de histórica desaprobación
Desde que asumió la presidencia en diciembre de 2022, la aprobación de Dina Boluarte ha sido consistentemente baja, sin superar el 20%. En diciembre de 2023, su apoyo cayó por primera vez a cifras de un solo dígito, y en octubre de 2024 alcanzó un nivel récord de desaprobación del 92%, cifra que, según algunas encuestadoras, llegó al 94%. Los datos reflejan un profundo descontento en diversos sectores de la población, con desaprobaciones que superan el 90% en todos los niveles socioeconómicos y grupos etarios.
La mandataria no es ajena a las razones de este descontento. La violencia policial contra manifestantes que cuestionaban su legitimidad, el escándalo relacionado con su hermano, la caída de su exaliado Vladimir Cerrón y la creciente ola de delincuencia han afectado su imagen pública. A pesar de los esfuerzos de su gobierno para desmarcarse de los incidentes, la crisis de imagen parece difícil de revertir, especialmente con la uniformidad del rechazo que se mantiene en todas las regiones del país.
Defensa en medio de la adversidad
A pesar de las críticas y la histórica desaprobación, Boluarte defendió su gobierno con firmeza. En Chalhuanca, destacó: “Nunca nos hemos achicado, nunca agachamos la cabeza porque tenemos la dignidad de ser decentes, de ser honestos, de ser chalhuanquinos, de ser apurimeños”. Además, enfatizó que el gobierno continúa “fuerte y con coraje” para seguir adelante con los proyectos que considera fundamentales para el país.
En cuanto al impacto de sus palabras, la presidenta, aunque notablemente consciente de la percepción pública negativa, parece dispuesta a mantener su postura, utilizando la figura de la resistencia y el orgullo regional como herramientas de defensa. La crisis de imagen que enfrenta, sin embargo, parece ser un obstáculo considerable, dado que las cifras de desaprobación muestran un rechazo generalizado que abarca todos los sectores sociales.
Con un año que termina con cifras históricas de desaprobación, la pregunta es si Dina Boluarte podrá superar esta crisis y recuperar el respaldo de la población o si, por el contrario, su gobierno continuará siendo marcado por el descontento generalizado.