Al menos 20 palestinos han muerto desde la noche del domingo en una serie de ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza, según fuentes médicas. Los bombardeos, que impactaron un colegio, un campamento de desplazados y un convoy de ayuda, han incrementado la cifra de víctimas mortales en medio de una guerra que ya ha cobrado más de 45.000 vidas palestinas.

Uno de los ataques más devastadores ocurrió en la zona humanitaria de Al Mawasi, en el sur de Gaza, donde un bombardeo nocturno israelí destruyó una tienda de campaña de una familia en la que se refugiaban civiles, dejando un saldo de ocho muertos, incluidos dos niños. Según el Ministerio de Sanidad gazatí, el ataque provocó además un incendio en el campamento de desplazados.

En otro ataque, un dron israelí bombardeó a un grupo de personal de seguridad que protegía un convoy de ayuda en la ciudad de Rafah, causando la muerte de seis personas, con 15 más resultando heridas. Además, otros dos palestinos murieron en un ataque aéreo contra un vehículo al oeste de Jan Yunis, y una tercera víctima mortal fue reportada en un bombardeo distinto en la misma zona.

Otro ataque aéreo, esta vez contra una escuela en Nuseirat, un campamento de refugiados en el centro de Gaza, mató a tres personas más. Los cuerpos fueron trasladados al Hospital de los Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah.

El Ejército israelí ha confirmado algunos de los ataques, indicando que su objetivo era un combatiente de Hamás que se encontraba en la zona humanitaria de Al Mawasi. Sin embargo, el ejército no presentó pruebas de la presencia de este combatiente, y las autoridades palestinas denuncian que el ataque ocurrió en una área designada por Israel como "zona humanitaria segura", lo que ha levantado más cuestionamientos sobre la estrategia militar israelí.

El campamento de Al Mawasi, una zona de aproximadamente 41 kilómetros cuadrados, carece de infraestructura básica y enfrenta condiciones de extrema precariedad, con cientos de civiles compartiendo escasos recursos, como un solo baño y sin acceso a saneamiento adecuado. La zona también se encuentra expuesta a las bajas temperaturas del invierno, lo que agrava aún más la situación humanitaria.

Estos nuevos ataques ocurren mientras se reanudan las negociaciones indirectas entre el Gobierno israelí y Hamás para buscar una solución que permita la liberación de rehenes y un cese al fuego. La cifra de muertos desde el inicio del conflicto en Gaza supera las 45.000 personas, mientras otras 10.000 permanecen bajo los escombros y miles más sufren de enfermedades e infecciones, según informes del Ministerio de Sanidad palestino.