

El villancico "Mi Burrito Sabanero", una de las canciones más emblemáticas de la Navidad en Latinoamérica, sigue sonando cada diciembre en hogares, radios y plataformas de todo el mundo. Aunque ha sido interpretado por numerosos artistas, desde Simón Díaz hasta David Bisbal, su versión más popular sigue siendo la grabada en 1975 por el Coro Infantil Venezuela, conocida como La Rondallita. Sin embargo, pocos conocen la historia detrás de la voz que dio vida al icónico burrito: Ricardo Cuenci, un niño de ocho años que jamás recibió pago alguno por su participación.
La historia comienza cuando el maestro Hugo Blanco compuso la canción en 1975. Aunque inicialmente Simón Díaz grabó la canción, Blanco sintió que la pieza sonaba mejor en voces infantiles, por lo que contactó al Coro Infantil Venezuela, dirigido por Raúl Cabrera, para hacer un arreglo coral y seleccionar a los niños que interpretarían el tema. Cuenci, quien ya mostraba su talento musical desde pequeño, fue elegido para ser el solista.
Ricardo, hoy con 57 años, recuerda con nostalgia esos días de grabación. "Estaba en el estudio y escuché la versión de Simón Díaz. Me puse a tararearla, y los adultos me pidieron que la cantara", cuenta Cuenci. El niño, que no sabía pronunciar la 's', cantó "El Burrito Tabanero", y así quedó registrado en la historia.
La canción rápidamente se popularizó, en parte gracias al trabajo de Cabrera, quien logró que el disco llegara a las rockolas de todo el país, lo que permitió que El Burrito Sabanero llegara a otras naciones, especialmente a Puerto Rico. Sin embargo, Ricardo nunca vio ni un solo centavo por la canción que hoy sigue siendo uno de los villancicos más queridos de América Latina. "Nunca recibimos ni un bolívar partido por la mitad", lamenta Cuenci.
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A pesar del éxito, las cosas no fueron fáciles para el joven artista. La gira con La Rondallita estuvo llena de dificultades. Ricardo recuerda que hubo problemas con el manager y los patrocinadores, y el grupo incluso fue expulsado de un hotel. En su infancia, también se le presentó una oportunidad que pudo haber cambiado su vida: formar parte de la popular banda Menudo, pero su padre rechazó la oferta, una decisión que Cuenci hoy lamenta.
Tras estos altibajos, Ricardo se alejó del mundo musical, dedicándose a otras actividades como la publicidad, pero nunca se desconectó por completo de la música. Ahora, con una nueva generación de fans y el cariño de quienes crecieron con "Mi Burrito Sabanero", Cuenci está planeando lanzar una nueva versión del villancico, acompañado de su hija y su tío, el cantante tenor Tony Cuenci.
"Que cada niño en el mundo escuche esa canción y se llene de alegría, eso me llena un montón", reflexiona Ricardo, quien, aunque no recibió compensación alguna por su contribución, sigue agradecido por la felicidad que su interpretación ha brindado a generaciones enteras.