

El buque mercante ruso Ursa Major se hundió el lunes en aguas internacionales del mar Mediterráneo, y según informa el periódico británico The Sun, formaba parte de una misión secreta vinculada al presidente de Rusia, Vladímir Putin. Aunque el objetivo exacto del viaje aún no se ha aclarado, fuentes de inteligencia ucranianas y españolas sugieren que el barco podría haberse dirigido a Siria para retirar equipos militares tras la reciente caída del dictador Bashar al-Assad.
De acuerdo con el Ministerio de Exteriores ruso, dos personas permanecen desaparecidas tras el naufragio, mientras que los otros 14 tripulantes fueron rescatados y trasladados al puerto español de Cartagena. Los medios rusos señalan que el hundimiento del Ursa Major podría haber sido causado por una explosión en la sala de máquinas, y que el barco transportaba grúas portuarias y partes para la construcción de rompehielos.
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El Ursa Major, de 142 metros de eslora y 23 de manga, había partido de San Petersburgo hace doce días y atravesó el mar del Norte y el Canal de la Mancha antes de llegar al Mediterráneo. El buque estaba siendo operado por una filial de Oboronlogistika, una empresa designada por el Ministerio de Defensa de Rusia para el transporte de cargas a regiones estratégicas como Crimea, el Ártico y el Extremo Oriente ruso.
El incidente sigue siendo investigado, y aunque la misión del buque aún no está completamente clara, su vinculación con operaciones militares y la naturaleza secreta del viaje alimentan diversas especulaciones sobre las actividades de Rusia en la región.