Un avión de pasajeros de Azerbaijan Airlines, con 67 personas a bordo, se estrelló el miércoles 23 de diciembre cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajstán, dejando al menos 38 muertos y 29 personas rescatadas con vida. El vuelo J2-8243, que viajaba de Bakú, Azerbaiyán, a Grozny, en Chechenia (Rusia), sufrió un aterrizaje de emergencia antes de caer cerca de Aktau, a unos 3 kilómetros del aeródromo.
En una extensa operación de rescate, los equipos de emergencia lograron salvar a 29 sobrevivientes, entre ellos dos niños. Sin embargo, 11 de ellos se encuentran en estado crítico y fueron trasladados a hospitales. "Los cuerpos están en mal estado, la mayoría quemados. Todos fueron recogidos y ahora estarán en la morgue para su identificación", informó el viceprimer ministro kazajo, Kanat Bozumbayev. Solo una superviviente permanece inconsciente, sin documentos, y está siendo atendida en un hospital.
Impacto y rescate en medio de las llamas
Imágenes captadas en el lugar del accidente mostraron a los atónitos sobrevivientes saliendo de entre los restos carbonizados del avión. Los equipos de rescate encontraron la aeronave en llamas al llegar al lugar, y trabajaron rápidamente para extinguir el fuego. "La parte delantera del avión estaba en llamas. Rescatamos a los sobrevivientes, cuyos cuerpos estaban cubiertos de sangre. Lloraban y pedían ayuda", relató Elmira, una mujer que se unió a los esfuerzos de rescate.
Entre los sobrevivientes había personas de todas las edades. Una niña pequeña fue rescatada y, entre sollozos, pidió que salvaran a su madre, quien seguía atrapada en el avión. Los rescatistas ayudaron a los sobrevivientes a refugiarse en un autobús para evitar que se congelaran, ya que las condiciones climáticas eran frías y la mayoría no llevaba ropa adecuada.
Investigación y posibles causas del accidente
La investigación preliminar sugiere que el piloto del avión decidió realizar un aterrizaje de emergencia después de haber impactado con un pájaro, lo que habría causado el fallo en los sistemas de la aeronave. Las autoridades no han explicado completamente la ruta del vuelo, pero el accidente ocurrió poco después de que ataques de drones afectaran al sur de Rusia. En ese momento, el aeropuerto ruso más cercano al vuelo fue cerrado, lo que añade incertidumbre a las circunstancias del siniestro.
El vuelo J2-8243 transportaba 62 pasajeros y 5 miembros de la tripulación, con ciudadanos de Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán y Rusia a bordo. Las autoridades kazajas y azerbaiyanas están colaborando en la investigación, y se han comprometido a ofrecer más detalles sobre el accidente en el futuro.
El gobierno de Kazajistán ha creado una comisión para investigar las causas del siniestro y garantizar la asistencia a las familias de las víctimas. "Se asegurará una investigación exhaustiva y se proporcionará ayuda prioritaria a los afectados", señala el comunicado oficial del gobierno.