Mundo | 27 dic 2024
Taiwán realiza su primer simulacro de escalada militar ante las crecientes amenazas de China
Taiwán llevó a cabo su primer ejercicio de simulación de una escalada militar china, en el que participaron diversos organismos gubernamentales y grupos civiles, con el objetivo de evaluar las respuestas del gobierno ante un posible conflicto.
El jueves 26 de diciembre, la oficina presidencial de Taiwán llevó a cabo su primer simulacro de escalada militar debido a las crecientes tensiones con China, que continúa reclamando a Taiwán como parte de su territorio. Este ejercicio, que involucró a agencias gubernamentales, fuerzas armadas y grupos civiles, tuvo como objetivo evaluar la capacidad de respuesta del gobierno ante diversas amenazas de agresión militar y situaciones extremas.
Un ejercicio ante una amenaza creciente
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, comentó que la finalidad del simulacro era verificar el nivel de preparación de los diferentes organismos gubernamentales para manejar escenarios de crisis. Según Lai, es fundamental que tanto el gobierno como la sociedad civil estén preparados para enfrentar tanto amenazas militares como catástrofes naturales y actos de expansión autoritaria por parte de China. “Mientras el gobierno y la sociedad estén preparados, podremos responder adecuadamente a las amenazas”, afirmó Lai.
Tensión creciente en el estrecho de Taiwán
Taiwán ha sido testigo de un aumento significativo de las actividades militares chinas en el estrecho de Taiwán y en el Pacífico occidental. En los últimos meses, se ha observado una mayor presencia de buques de la marina y aviones de combate chinos en las cercanías de la isla. China, que no ha renunciado al uso de la fuerza para tomar el control de Taiwán, ha realizado ejercicios militares a gran escala en la región en varias ocasiones, incluidos despliegues marítimos y maniobras aéreas.
Escenarios simulados
El simulacro consistió en dos escenarios hipotéticos: el primero, en el que China implementaba tácticas de guerra de alta intensidad en lo que se conoce como la zona gris (acciones que están por debajo de un conflicto armado abierto); y el segundo, en el que Taiwán se encontraba al borde de un conflicto armado. Durante el ejercicio, los organismos gubernamentales tuvieron que reaccionar sin preparación previa, lo que permitió evaluar su capacidad para gestionar la crisis.
Participación gubernamental y civil
El simulacro fue encabezado por la vicepresidenta Hsiao Bi-khim, junto con el secretario general de la oficina presidencial, Pan Men-an, y el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Joseph Wu. Además, la participación de funcionarios civiles fue crucial, ya que el ejercicio no solo se centró en las respuestas militares, sino también en cómo las agencias gubernamentales y la sociedad civil pueden asegurar el funcionamiento del país en tiempos de crisis.
Desinformación y resiliencia social
Uno de los principales hallazgos del ejercicio fue la necesidad de mejorar la capacidad de Taiwán para combatir la desinformación durante situaciones extremas. El ministerio del Interior, liderado por Liu Shyh-fang, destacó que, durante cortes de electricidad o internet, algunos organismos gubernamentales tuvieron dificultades para aclarar falsedades y mantener la comunicación efectiva con la ciudadanía. Liu indicó que 50.000 voluntarios serán reclutados y entrenados el próximo año para ayudar en la gestión de crisis, incluidos trabajadores del sector público.
Fortalecimiento de la capacidad de resistencia
El simulacro también sirvió para mostrar la determinación de Taiwán de fortalecer su resistencia social y mostrar la disposición de la democracia isleña para enfrentar las amenazas externas. Lin Fei-fan, vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional, subrayó que la realización de este tipo de ejercicios es esencial para mejorar los preparativos de Taiwán y optimizar su capacidad de respuesta en el futuro.