El presidente chino, Xi Jinping, emitió un firme mensaje sobre Taiwán durante su discurso de Año Nuevo, asegurando que "nadie puede detener" la reunificación con la isla, la cual Pekín considera parte de su territorio. Taiwán, que cuenta con un gobierno democrático independiente, sigue siendo un punto de discordia entre China y otras potencias internacionales, especialmente Estados Unidos.

"El pueblo chino a ambos lados del estrecho de Taiwán es una sola familia. Nadie puede romper nuestros lazos de sangre, y nadie puede detener la tendencia histórica a la reunificación de la patria", afirmó Xi en su alocución, transmitida en los medios estatales chinos.

Presión militar sobre Taiwán

Las declaraciones de Xi se producen en un contexto de creciente presión sobre Taiwán. Desde la llegada al poder de Lai Ching-te como presidente de la isla en mayo, China ha intensificado sus maniobras militares, realizando tres grandes ejercicios en los últimos años. El más reciente, llevado a cabo a principios de diciembre, fue el mayor en años, aunque Pekín no ha confirmado oficialmente estos ejercicios. Por su parte, funcionarios taiwaneses han alertado sobre la creciente amenaza de estas acciones.

Relaciones con Estados Unidos

Taiwán también es un tema central en las relaciones entre China y Estados Unidos, que se han visto marcadas por tensiones comerciales y políticas. Aunque Estados Unidos no reconoce a Taiwán como un país independiente, es uno de sus principales aliados estratégicos y su mayor proveedor de armas, lo que genera fricciones con Pekín.

Las declaraciones de Xi coinciden con la cercanía de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, lo que podría complicar aún más las relaciones entre ambas potencias. Trump ha prometido implementar más aranceles contra China, acusando al país de prácticas comerciales desleales, lo que podría intensificar la rivalidad con Pekín.