La Comisión de Fiscalización del Congreso atraviesa una nueva crisis, esta vez dentro de la comisión Ad Hoc encargada de investigar la presunta existencia de una red de prostitución al interior del Parlamento. Juan Burgos, presidente de la Comisión de Fiscalización, informó que tres integrantes de dicha comisión renunciaron a sus cargos debido a la falta de condiciones para realizar su trabajo.

Las renuncias corresponden a Flor de María Tello, profesional de la Oficialía Mayor del Congreso; Patricia María Durán Vázquez, especialista parlamentaria del Departamento de Comisiones; y Natalia Giselle Escudero Rodríguez, profesional de la Dirección General Parlamentaria. Estas funcionarias tenían la responsabilidad de recibir y evaluar el testimonio de Jorge Luis Torres Saravia, exjefe de la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, quien está involucrado en el escándalo.

Juan Burgos expresó que lamentaba profundamente la situación. "La comisión Ad Hoc encargada de recibir los descargos e informes orales de Jorge Luis Torres Saravia, en relación con las faltas graves que se le imputan, presentaron el día de ayer su renuncia irrevocable a dicha comisión", afirmó al inicio de la sesión extraordinaria.

En esa misma sesión, el oficial mayor del Parlamento, Giovanni Forno, reveló que Patricia Durán, quien había sido designada como presidenta de la comisión Ad Hoc, se encontraba de vacaciones, lo que sumó más incertidumbre a la situación.

El motivo de las renuncias se debe a la falta de condiciones necesarias para llevar a cabo su labor de manera efectiva, según explicaron las exmiembras de la comisión. Esta renuncia deja en un limbo el avance de la investigación sobre la presunta red de prostitución que involucraría a varios miembros del Congreso.

Jorge Torres Saravia, quien acudió el 26 de diciembre pasado a la Comisión de Fiscalización para responder sobre su supuesta implicancia en el caso, rechazó tajantemente las acusaciones en su contra. Afirmó que las imputaciones, que incluyen su presunta relación con la muerte de Andrea Vidal, eran absurdas y que aún estaban en etapa de investigación. Además, destacó que fue él quien recomendó a Andrea Vidal Gómez para trabajar en la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, mencionando que la joven tenía un perfil profesional sobresaliente, con la habilidad de hablar tres idiomas.

Este nuevo revés en la investigación plantea interrogantes sobre la transparencia y la efectividad de las investigaciones internas en el Congreso, mientras la opinión pública sigue pendiente de los avances en el caso.