

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela ha emitido una serie de carteles de “Se busca por invasor” con los nombres y rostros de siete expresidentes latinoamericanos, a quienes acusa de conspiración, complicidad en actos terroristas y atentar contra la paz de Venezuela. Los exmandatarios, provenientes de diferentes países de América Latina, son señalados por su apoyo al líder opositor Edmundo González Urrutia en su plan de regresar al país sudamericano.
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El CICPC ha identificado a los siguientes expresidentes como parte de este grupo de apoyo a González:
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Según las autoridades venezolanas, estos expresidentes están siendo buscados por “delitos de conspiración”, “complicidad en actos terroristas” y “atentar contra la paz de Venezuela”. CNN está en proceso de obtener más detalles de la Fiscalía General de Venezuela para confirmar si existen cargos formales o órdenes de captura contra los implicados.
El expresidente colombiano Andrés Pastrana reiteró su apoyo a Edmundo González, quien planea viajar a Caracas el próximo viernes, para asumir la presidencia de Venezuela. Pastrana confirmó que, junto con otros exmandatarios, acompañará a González en su arriesgada travesía. Entre los exlíderes que han expresado su apoyo figuran Vicente Fox y Felipe Calderón de México, Jorge Jamil Mahuad de Ecuador, Mario Abdo Benítez de Paraguay, y Ernesto Pérez-Balladares de Panamá, entre otros.
La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría oficialista, ha declarado a estos expresidentes como “personas non gratas” y les ha advertido que, si intentan ingresar al país, serán detenidos y llevados ante la justicia. Asimismo, Diosdado Cabello, ministro del Interior de Venezuela, también amenazó con tomar acciones contra los exmandatarios, calificando su presencia como un acto de “invasión”.
El regreso de Edmundo González a Venezuela se ve empañado por riesgos significativos, ya que, según el CICPC, se ofrece una recompensa de US$100,000 por información que conduzca a su captura. González enfrenta una serie de acusaciones graves, como asociación para delinquir, complicidad en actos violentos y usurpación de funciones. Las autoridades venezolanas lo acusan además de falsificación de documentos, lavado de dinero y desacato a las instituciones del Estado.
Este conflicto internacional pone en evidencia la creciente polarización política en Venezuela, con expresidentes de diferentes países de América Latina apoyando a la oposición, mientras que el gobierno venezolano refuerza las amenazas contra los involucrados. La situación plantea nuevos desafíos para las relaciones diplomáticas y la estabilidad política en la región.