

La conductora peruana Laura Bozzo se encuentra en el ojo del huracán tras perder una demanda por daño moral interpuesta por los actores Gabriel Soto e Irina Baeva. La corte mexicana falló a favor de la expareja, exigiendo a Bozzo el pago de dos millones de pesos mexicanos (aproximadamente 300,000 soles peruanos).
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El conflicto comenzó en 2019, cuando Laura Bozzo hizo declaraciones altamente controvertidas en su segmento ‘Laura opina’ en el programa ‘El Gordo y la Flaca’ de Univisión. La conductora arremetió contra Gabriel Soto e Irina Baeva, refiriéndose a la actriz como “hija de pu...”, “descerebrada” y “roba maridos”, y a Soto lo calificó de “desobligado” y de ser el “desgraciado del año” por su supuesto comportamiento hacia su exesposa, Geraldine Bazán.
Bozzo también lanzó comentarios negativos sobre la relación de la pareja, insinuando que “lo que mal empieza, mal acaba”.
Tras la separación de la pareja en 2024, la corte mexicana falló en su favor, considerando que las declaraciones de Bozzo afectaron su reputación y privacidad, otorgándoles la indemnización por daño moral.
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A pesar del fallo, Laura Bozzo sigue defendiendo su postura. En una reciente entrevista, la conductora aseguró que sus comentarios fueron meras opiniones y no un acto de daño moral. "Lo único que dije fue ‘a mí no me representa’, lo repito, no me representa, y también dije: ‘lo que mal empieza, mal acaba’, y ahí está, el tiempo me dio la razón", expresó Bozzo.
Además, lanzó un fuerte mensaje a Irina Baeva, sugiriendo que las figuras públicas deben estar preparadas para recibir críticas. "Si eres figura pública, escóndete y defiéndete sola", añadió.
La conductora peruana apeló la sentencia y desmintió rumores sobre un posible embargo de sus bienes. Aseguró que la sentencia aún está en proceso de apelación y que no tiene intención de pagar el monto hasta que se resuelva la apelación. "Ya se apeló, lo voy a ganar", afirmó con confianza, reiterando que sus declaraciones fueron solo una opinión.
Bozzo también aclaró que sus bienes no están en riesgo de embargo, pues la sentencia no es definitiva hasta que se resuelva el proceso de apelación.
El enfrentamiento legal ha generado un intenso debate sobre los límites de la libertad de expresión y el derecho a la privacidad de las figuras públicas. Mientras que Gabriel Soto e Irina Baeva celebran el fallo a su favor, Laura Bozzo se mantiene firme en su postura, prometiendo luchar hasta el final para revertir la sentencia y defender su derecho a expresarse libremente.