Rusia ha denunciado este martes un ataque lanzado por las Fuerzas Armadas de Ucrania en la región de Briansk, en la frontera rusa, utilizando una combinación de misiles de largo alcance. Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque ocurrió anoche y estuvo compuesto por seis misiles ATACMS de fabricación estadounidense, seis misiles Storm Shadow de origen británico y 31 vehículos aéreos no tripulados (drones). A pesar de la magnitud del ataque, las autoridades rusas aseguraron que todos los misiles fueron interceptados por su sistema de defensa antiaérea y no causaron víctimas.

Además, el ministerio informó que dos misiles Storm Shadow fueron destruidos en las últimas horas sobre el mar Negro, como parte de un continuo esfuerzo por neutralizar amenazas. En su declaración, Moscú advirtió que las acciones del régimen de Kiev, apoyadas por potencias occidentales, no quedarán sin respuesta.

Este incidente se suma a una serie de ataques con misiles occidentales que han tenido lugar en las últimas semanas, con Rusia respondiendo a ataques previos, como el lanzamiento de misiles ATACMS contra su territorio, con el empleo de misiles hipersónicos Oréshnik.

En el contexto de la guerra, la tensión entre ambos países sigue en aumento, y Rusia ha dejado claro que tomará represalias ante lo que considera provocaciones externas apoyadas por Occidente.