El Estadio Nacional de Lima, uno de los recintos más emblemáticos del país, ya no dará prioridad a los eventos deportivos sobre otras actividades. Así lo ha decidido el Instituto Peruano del Deporte (IPD), que recientemente modificó las reglas de arrendamiento de los principales escenarios deportivos de la capital.

Hasta 2024, si se presentaban varias solicitudes para alquilar el Estadio Nacional en la misma fecha, los eventos deportivos, como partidos de fútbol de la selección peruana o competiciones internacionales, tenían prioridad. Sin embargo, a partir de 2025, esa política ha cambiado. Según la nueva resolución del IPD (000051-2024-GG/IPD), en caso de solicitudes simultáneas, la prioridad se determinará según el criterio de "oportunidad", es decir, se registrarán las solicitudes por orden de llegada.

Un giro en la gestión del Estadio Nacional

Este cambio ha dejado a muchos sorprendidos y ha provocado un fuerte debate. Especialistas en derecho administrativo han cuestionado la medida, argumentando que contraviene la Ley 28036, que regula el uso de la infraestructura pública para promover el deporte en el país. Según la ley, el IPD debe asegurar que los eventos deportivos, especialmente aquellos con participación de selecciones nacionales, sean priorizados en los espacios públicos destinados para ello.

La decisión del IPD también abre un panorama más competitivo para la organización de conciertos, espectáculos y otros eventos culturales en el Estadio Nacional, pues ahora tendrán las mismas condiciones de acceso que los eventos deportivos. Esta medida podría cambiar la dinámica del uso del Estadio Nacional y de otros recintos deportivos en Lima, lo que podría impactar en el calendario deportivo y en la promoción de actividades deportivas en el país.

¿Qué implicaciones tendrá este cambio?

La medida se ve como una oportunidad para diversificar el uso del Estadio Nacional, pero también plantea dudas sobre cómo afectará la programación de eventos deportivos de alto perfil, como partidos internacionales y competiciones locales de fútbol. Por ahora, la decisión sigue siendo tema de discusión, y muchos esperan que el IPD revise o ajuste su enfoque para equilibrar los intereses culturales y deportivos del país.