El Kremlin calificó de "inquietante" el plan del Reino Unido de desplegar una base militar en Ucrania una vez concluya la guerra, un anuncio realizado durante la visita a Kiev del primer ministro británico Keir Starmer. Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, expresó su preocupación al señalar que el acercamiento de la infraestructura militar británica hacia las fronteras rusas representa un elemento preocupante, dado que el Reino Unido es miembro de la OTAN.

Peskov también hizo referencia a la cooperación entre Ucrania y el Reino Unido en el mar de Azov, calificando esta área de "mar interior de Rusia" después de la anexión de las regiones ucranianas de Donetsk, Jersón y Zaporiyia. "Difícilmente se puede hablar de una interacción entre Ucrania y el Reino Unido en esa zona", afirmó Peskov.

Por su parte, el primer ministro británico Keir Starmer destacó que el acuerdo bilateral suscrito con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no garantiza que Ucrania ingrese a la OTAN. Durante una rueda de prensa en Kiev, Starmer subrayó que su país apoyará a Ucrania durante cien años, mucho después de que termine el conflicto, asegurando que Reino Unido proporcionará el mayor apoyo militar hasta el momento, incluido un paquete de 2.600 millones de euros en barriles de artillería.

En cuanto al desarrollo de la guerra, el Ejército ruso informó que ha liberado el 63,2% del territorio de la región de Kursk tras varios meses de intensos combates. Asimismo, cuatro personas murieron en un ataque ruso contra un edificio residencial y una infraestructura educativa en la ciudad de Krivi Rig, en el centro de Ucrania, según reportes del gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Serguí Lisak.

Este nuevo desarrollo en la guerra refleja las crecientes tensiones geopolíticas y el compromiso de Reino Unido con Ucrania, mientras el Kremlin continúa viendo estos avances con creciente inquietud.