La violencia en Lima no da tregua. En la madrugada de este lunes, una granada de guerra fue dejada frente al penal Miguel Castro Castro, ubicado en el distrito de San Juan de Lurigancho (SJL). El artefacto explosivo venía acompañado de una carta dirigida a las autoridades, acusando al interno Víctor Hugo Criado Zanelly de estar involucrado en actividades de extorsión desde su celda. En el mensaje, que también amenazaba con volar el penal si no se tomaban medidas, se hace mención de su pabellón, el pabellón 11, y se acusa a Criado de estar operando con celulares para extorsionar y matar inocentes.

El texto también dejaba entrever que dentro del penal existen redes criminales operando libremente, lo que podría estar relacionado con la disputa por ventas ilegales de saldo para el Metro de Lima. La amenaza ha generado gran alarma entre las autoridades, quienes refuerzan la vigilancia en la zona mientras continúan investigando los hechos.

El comando de la PNP, con la colaboración de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX), intervino de inmediato para desactivar la granada y trasladarla para su destrucción. Según el comandante Rolando Suárez, jefe del Escuadrón de Emergencia Este 1, habrá mayor presencia policial en los alrededores del penal para garantizar la seguridad.

¿Quién es Víctor Hugo Criado Zanelly?

El nombre de Víctor Hugo Criado Zanelly, conocido como ‘Negro Víctor’, figura en las actas policiales desde hace años. Este líder criminal fue capturado a principios de 2024 por ser señalado como el autor intelectual de un atentado ocurrido en 2022 en la estación La Cultura del Metro de Lima, donde una mujer disparó contra una trabajadora de cobro de pasajes. La detenida apuntó directamente a Criado como la persona que había ordenado el ataque. Su captura, tras regresar de España, dio inicio a su reclusión en el penal Castro Castro, desde donde las autoridades sospechan que continúa orquestando actividades delictivas.

Nuevos atentados y el mercado ilegal

La reciente amenaza y la granada dejan entrever que la disputa entre bandas criminales sigue activa, no solo en el penal, sino también en las calles. Moisés Alejandro, un joven que trabajaba como tarjetero en la estación La Cultura, fue baleado el viernes pasado por dos agresores que le dispararon en el cuello. Según testigos, los atacantes llegaron al lugar y, sin mediar palabra, dispararon contra la víctima, quien se encontraba ofreciendo el alquiler de su tarjeta de transporte a los pasajeros. La víctima fue trasladada de urgencia a la Clínica Internacional y se encuentra en recuperación.

Este tipo de incidentes no es aislado. A lo largo de los últimos meses, se han desarticulado varias bandas criminales dedicadas a cobrar un sobrecosto de S/0.50 en diversas estaciones del Metro de Lima, como Gamarra, Grau, La Cultura, Angamos y Cabitos. Estas bandas se beneficiaban de la alta afluencia de pasajeros, obligándolos a pagar más por el uso del servicio público. La reciente escalada de violencia podría estar relacionada con estas disputas internas, mientras las autoridades trabajan para frenar estas operaciones ilegales.

En este contexto, la amenaza en el penal Miguel Castro Castro resalta la creciente incidencia de criminalidad que afecta no solo al sistema penitenciario, sino también a la seguridad pública. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos y detener a los responsables de estos actos de violencia.