La Conferencia Episcopal Peruana se encuentra bajo fuerte escrutinio debido a su silencio ante las denuncias de abuso sexual que involucran al cardenal Juan Luis Cipriani, quien fue arzobispo de Lima durante más de dos décadas. La denuncia, que fue enviada al Vaticano, ha sido confirmada por la Santa Sede, pero hasta ahora la Iglesia peruana no ha emitido ningún pronunciamiento público, lo que ha generado una ola de críticas y llamados a la acción.

El escritor y periodista Pedro Salinas, conocido por su investigación sobre los abusos del Sodalicio de Vida Cristiana, cuestionó la postura de los obispos peruanos. En un mensaje en la red social X, Salinas sugirió que la Iglesia peruana podría estar cayendo en un patrón de encubrimiento similar al caso de Chile en 2018, cuando los obispos de ese país ofrecieron su dimisión al Papa Francisco en el marco de un escándalo de abusos sexuales. “Si los obispos peruanos siguen en plan ‘con Cipriani no me meto’, habrá que ir pensando en una carta colectiva dirigida al Papa Francisco”, escribió Salinas.

El silencio de la Conferencia Episcopal Peruana
La falta de reacción pública por parte de la Conferencia Episcopal Peruana ha dejado a muchos sorprendidos, especialmente porque el caso ha tenido una gran repercusión mediática tras la revelación del diario El País. A pesar de la gravedad de las acusaciones, la Iglesia en Perú no ha emitido ningún comunicado sobre Cipriani, quien fue obligado a dejar el país después de que se confirmaron las sanciones impuestas por el Vaticano.

En cambio, los obispos del país se han pronunciado sobre el caso del Sodalicio de Vida Cristiana, destacando la intervención del Papa Francisco y su envío de los expertos en abusos Charles Scicluna y Jordi Bertomeu para investigar los encubrimientos. Sin embargo, el silencio sobre Cipriani ha generado indignación entre los sectores críticos de la Iglesia.

Cipriani responde a las acusaciones
Por su parte, Cipriani ha defendido su inocencia en una carta enviada al diario El País, en la que admite haber recibido la denuncia de abuso sexual en su contra, pero asegura que nunca cometió el delito y que la información publicada sobre el caso es parcial. Cipriani insiste en que la denuncia fue presentada en 2018, sobre hechos ocurridos en 1983, y que nunca se le entregó dicha denuncia de manera formal. A pesar de sus declaraciones, la Santa Sede ha confirmado que las sanciones impuestas a Cipriani siguen vigentes.

Reacciones y llamados a la acción
El caso de Cipriani ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión del encubrimiento y la falta de acción por parte de la Iglesia ante los abusos sexuales cometidos por miembros del clero. Expertos y defensores de las víctimas han señalado que el silencio de los obispos peruanos puede estar perpetuando una cultura de impunidad dentro de la institución.

Mientras tanto, el Vaticano mantiene su postura, confirmando las sanciones contra Cipriani, pero muchos en la sociedad peruana y la comunidad internacional siguen esperando que la Iglesia peruana tome una postura clara y pública sobre el caso. La omisión de justicia, según algunos, refleja un patrón de negligencia que debe ser corregido para garantizar la protección de las víctimas y la transparencia dentro de la Iglesia Católica.