El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, ha dado un ultimátum de 48 horas a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) para que abandone sus centros en Jerusalén, en cumplimiento con una ley israelí que prohíbe a la agencia operar en territorio del Estado hebreo. La ley, aprobada el año pasado, establece que la UNRWA no puede ofrecer sus servicios dentro del territorio soberano de Israel, que incluye Jerusalén Este.

En una rueda de prensa antes de la sesión del Consejo de Seguridad, Danon explicó que la UNRWA deberá cesar sus operaciones en varias ubicaciones clave, como Ma’alot Dafna y Kfar Aqueb en Jerusalén Este. El embajador israelí dejó claro que si la agencia no cumple con la orden antes del 30 de enero, Israel terminará toda colaboración, comunicación y contacto con la ONU o cualquier entidad que actúe en su nombre.

Este anuncio profundiza la tensión histórica entre Israel y la UNRWA, que ha estado en el centro del debate internacional debido a su papel en la provisión de servicios sanitarios, educativos y sociales a los palestinos desplazados y sus descendientes desde la creación del Estado de Israel en 1948. La agencia opera no solo en Gaza y Cisjordania, sino también en Líbano, Siria y Jordania, con unos 30.000 empleados.

Israel ha acusado repetidamente a la UNRWA de mantener vínculos con Hamas, aunque hasta ahora las pruebas presentadas por el gobierno israelí se limitan a casos puntuales relacionados con algunos empleados. A pesar de estas acusaciones, la ONU ha reiterado la necesidad de los servicios prestados por la agencia, considerando que no existen otras entidades con la infraestructura y capacidad para reemplazarla, especialmente en zonas tan conflictivas como Gaza y Jerusalén Este.

El conflicto sobre la presencia de la UNRWA en Jerusalén refleja las profundas divisiones sobre el estatus de Jerusalén, que es reclamado tanto por Israel como por los palestinos como su capital. La decisión de Israel de exigir la salida de la UNRWA podría tener graves repercusiones en la situación humanitaria de los palestinos en la región y en la relación de Israel con la ONU.