miércoles 12 de marzo de 2025 - Edición Nº253

Tendencias | 5 feb 2025

Perú y Chile refuerzan sus posturas sobre la denominación de origen del pisco ante la UNESCO

Tras la incorporación de documentos coloniales que respaldan el origen peruano del pisco en 2024, Chile presentó su expediente ante la UNESCO para obtener un reconocimiento similar para su "Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno", sumándose a la contienda histórica y comercial entre ambos países.


La disputa por la denominación de origen del pisco se mantiene como un tema candente entre Perú y Chile, con una historia marcada por desencuentros que incluyen aspectos históricos, comerciales y patrimoniales. Este enfrentamiento ha experimentado nuevos episodios tras el reconocimiento de la UNESCO en 2024, que incorporó en su registro regional manuscritos coloniales peruanos que ratifican el origen del pisco en territorio peruano. Estos documentos, fechados entre 1587 y 1613, atestiguan la producción y el comercio del aguardiente de uva que más tarde recibiría la denominación de "pisco".

El Comité de la UNESCO destacó que estos manuscritos son una pieza invaluable que respalda el origen peruano del pisco, lo que motivó a Chile a responder. El país vecino presentó su propio expediente ante la UNESCO, con el objetivo de obtener el reconocimiento del Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno. Este año, Chile logró que la UNESCO actualizara la Lista Indicativa del país, al incluir su paisaje vitivinícola.

La ministra de las Culturas de Chile, Carolina Arredondo, destacó la relevancia del reconocimiento al afirmar que este paisaje vitivinícola es un "patrimonio vivo", que fusiona tradiciones centenarias con prácticas agrícolas adaptadas a un entorno único. Según Arredondo, este reconocimiento internacional no solo fortalecerá la identidad cultural de Chile, sino que también impulsará el turismo cultural y sustentable en las regiones asociadas al pisco chileno.

El ministro de Agricultura chileno, Esteban Valenzuela, añadió que este reconocimiento permitirá visibilizar la industria pisquera, que produce entre 35 y 40 millones de litros de pisco al año, con la participación de cooperativas y pequeños productores. Valenzuela destacó que la política comercial chilena ha promovido la inclusión de la denominación de origen del pisco en tratados internacionales, asegurando su presencia en los mercados globales.

Con la actualización de la Lista Tentativa de la UNESCO, Chile da un paso más hacia la posibilidad de que el Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno sea evaluado como Patrimonio Mundial en 2025. Para ello, Chile debe preparar un expediente técnico que será evaluado por expertos de la UNESCO, incluido el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS).

Francisco Munizaga, presidente de la Asociación de Productores de Pisco de Chile, celebró el avance y expresó su satisfacción por el "importante hito" logrado tras cuatro años de trabajo. Munizaga manifestó su orgullo por el pisco chileno, resaltando la importancia del reconocimiento para su industria.

La disputa no solo se limita al ámbito patrimonial, sino que también involucra litigios internacionales y acuerdos comerciales. Perú ha logrado que su denominación de origen del pisco sea reconocida en múltiples mercados internacionales, mientras que Chile también ha buscado que su pisco obtenga el mismo reconocimiento en distintos países.

¿Por qué es tan importante la denominación de origen?

La denominación de origen es clave para vincular un producto a una región geográfica específica, destacando sus características únicas. Este reconocimiento es fundamental, no solo para preservar tradiciones ancestrales, sino también para fortalecer la economía local, al contribuir a la diferenciación de productos en mercados internacionales.

La protección de una denominación de origen aporta beneficios económicos y culturales significativos. Económicamente, fomenta el crecimiento de la producción local, mejora la rentabilidad y promueve el turismo en las regiones productoras. Culturalmente, preserva prácticas tradicionales de elaboración y garantiza la autenticidad del producto. Además, protege a los productores legítimos del uso fraudulento de la denominación, asegurando que solo los productores locales puedan comercializarlo bajo ese nombre.

El proceso de creación y defensa de una denominación de origen requiere que exista un colectivo de productores comprometido con la calidad y tradición del producto, lo que garantiza su prestigio y permite que los consumidores reconozcan su autenticidad y valor superior.

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