Este jueves, fuertes lluvias causaron graves inundaciones en las ciudades sureñas de la Franja de Gaza, particularmente en Jan Yunis, Rafah y la zona humanitaria de Mawasi, donde miles de personas desplazadas han quedado aún más vulnerables. Según la agencia de noticias palestina Wafa, las intensas precipitaciones arrastraron cientos de tiendas de campaña, que eran el único refugio de los afectados por el conflicto bélico.

Muchas de las personas desplazadas se vieron obligadas a pasar la noche a la intemperie, enfrentando temperaturas extremas y fuertes vientos que destruyeron lo que quedaba de las ya inundadas tiendas. Esta crisis humanitaria se ve agravada por la escasez de recursos y la incapacidad de los equipos de Defensa Civil para brindar asistencia a los afectados debido a los limitados medios disponibles.

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La Oficina de Medios del Gobierno gazatí, bajo control de Hamás, ha solicitado urgentemente la llegada de tiendas de campaña, casas prefabricadas y equipos para reparar las calles y carreteras. Sin embargo, según las autoridades, hasta ahora solo se ha recibido el 5% de las tiendas necesarias y ninguna casa móvil ha llegado. "La situación empeora a medida que las tiendas son arrastradas por el viento", lamentaron.

Además de las inundaciones, el temporal también causó el colapso de una grúa utilizada en las obras de reconstrucción en el norte de Gaza, lo que resultó en la muerte de dos soldados israelíes y heridas a otros ocho. Este incidente ha agregado más tensión a una región ya devastada por más de 15 meses de conflicto.

Gaza y la crisis de los desplazados

La ofensiva lanzada por las tropas de Benjamín Netanyahu contra Gaza desde el 7 de octubre de 2023 ha dejado a más del 90% de la población gazatí desplazada. La mayoría de los desplazados han perdido sus hogares debido a los intensos bombardeos. Ante esta crisis, las tiendas de campaña se han convertido en el principal refugio, incluso para aquellos que, tras el alto al fuego, han regresado al norte del enclave y encontrado sus hogares en ruinas.

Otros gazatíes, sin acceso a refugios adecuados, viven en escuelas, edificios abandonados o en las calles. La falta de combustible ha complicado aún más la situación, ya que muchos no tienen acceso a calefacción, lo que incrementa el sufrimiento de los desplazados durante el invierno.

La comunidad internacional sigue presionando por una mayor asistencia humanitaria para Gaza, mientras la población continúa enfrentando condiciones extremas sin recursos suficientes para sobrevivir a los impactos de este devastador temporal.