

China expresó este jueves su disposición a resolver los problemas comerciales con Estados Unidos «a través del diálogo y la consulta» en medio de la creciente guerra comercial entre ambas potencias. He Yongqian, portavoz del Ministerio de Comercio chino, subrayó en una rueda de prensa que China no tomará la iniciativa para generar disputas comerciales, pero aclaró que está dispuesta a negociar y buscar soluciones en conjunto con otros países frente a desafíos como el unilateralismo y el proteccionismo comercial.
China advirtió que frente a las medidas unilaterales de intimidación de EE.UU., tomará represalias para proteger sus propios intereses y los del comercio global. El portavoz señaló que las tarifas impuestas por Estados Unidos socavan gravemente el sistema de comercio multilateral, alteran la estabilidad de las cadenas de suministro globales y exacerban las tensiones comerciales a nivel internacional.
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En respuesta a la imposición de aranceles del 10 % a productos chinos por parte de EE.UU., China solicitó oficialmente consultas con el país norteamericano a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Según Pekín, estas tarifas violan las obligaciones de EE.UU. bajo el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), lo que ha llevado la disputa comercial al órgano de resolución de disputas de la OMC.
La apertura de consultas brinda un plazo de 60 días para que ambas partes intenten resolver la disputa de manera bilateral. Si no se alcanza un acuerdo en ese tiempo, se podría formar un panel de la OMC para dirimir el conflicto, lo que podría tardar meses, si no años.
El presidente Donald Trump afirmó recientemente que hablaría con su homólogo chino, Xi Jinping, en el momento adecuado, pero subrayó que no tiene prisa por mantener la conversación. Mientras tanto, China anunció que impondrá nuevos aranceles del 10% al 15% sobre ciertos productos de EE.UU. a partir del 10 de febrero, como parte de sus represalias. Además, Pekín impuso nuevos controles a las exportaciones de minerales clave y lanzó una investigación antimonopolio contra Google, otro gigante tecnológico estadounidense.
Este nuevo capítulo en la guerra comercial entre China y EE.UU. podría agravar aún más las relaciones entre ambos países, mientras ambos continúan disputando el dominio comercial y la influencia económica global.