El módulo Blue Ghost de la firma Firefly Aerospace ha iniciado su viaje hacia la Luna tras abandonar la órbita terrestre el pasado lunes, confirmó la NASA. La nave comenzó su trayecto oficial hacia el satélite natural luego de realizar un encendido de motores el sábado y una maniobra al día siguiente para corregir su trayectoria.

Este histórico viaje de cuatro días marca un paso significativo en los planes de la NASA y de Firefly Aerospace para explorar la Luna, con el objetivo de establecer una presencia humana permanente en la superficie lunar hacia finales de esta década.

Un viaje con múltiples objetivos

El Blue Ghost despegó el 15 de enero desde Florida (EE.UU.) a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, junto con el módulo japonés Resilience, en una misión que forma parte del programa Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS, por sus siglas en inglés) de la NASA. La misión tiene una duración estimada de 60 días, que incluye tanto el tránsito hacia la Luna como las operaciones científicas que se llevarán a cabo en la superficie lunar.

Ciencia y tecnología en la misión

La misión del Blue Ghost no solo es un hito en la exploración lunar, sino también en la ciencia espacial. Entre sus cargas útiles se incluyen varios instrumentos científicos que permitirán estudiar las propiedades del regolito lunar, el material rocoso que cubre la superficie lunar, y analizar las características geofísicas de la Luna. También se investigará la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre, con el fin de comprender mejor estos fenómenos que afectan tanto a la Tierra como al espacio cercano.

Desde su lanzamiento, el Blue Ghost ha realizado decenas de pruebas y ha generado más de 13 gigabytes de datos útiles. Además, las 10 cargas útiles de la NASA a bordo del módulo se encuentran actualmente en perfecto estado y listas para realizar operaciones en la superficie lunar.

La misión sigue adelante

Según el comunicado de Firefly Aerospace, el Blue Ghost pasará aproximadamente 16 días en órbita lunar antes de comenzar su descenso hacia la superficie de la Luna. Este tiempo adicional permitirá calibrar el sistema de navegación y continuar con las operaciones científicas que forman parte de la misión.

Esta misión se inscribe dentro de la estrategia de la NASA de fomentar la participación de empresas privadas en la exploración espacial, con la vista puesta en una futura presencia humana sostenida en la Luna y, eventualmente, en Marte.