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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes dos órdenes ejecutivas que reafirman su postura de mano dura en el ámbito comercial y tecnológico.
La primera de estas órdenes amenaza con imponer aranceles a países que hayan implementado tasas digitales sobre las empresas estadounidenses, en particular a España, Francia, Reino Unido, Italia, Austria y Turquía, que desde 2019 han aplicado impuestos a las grandes tecnológicas. En su texto, la orden indica que la administración Trump buscará penalizar a aquellos gobiernos que, según consideran, ejercen una autoridad extraterritorial sobre empresas estadounidenses, especialmente en el sector tecnológico, y que han impuesto impuestos discriminatorios o desproporcionados.
Además, el Representante Comercial de EE.UU. tiene la tarea de investigar la situación de estos países y determinar si las medidas imponen cargas desproporcionadas sobre las empresas de tecnología estadounidense. De ser así, Trump podría tomar acciones apropiadas, incluidas nuevas tarifas comerciales. El documento de la Casa Blanca menciona que las empresas estadounidenses ya no deberían "sostener economías extranjeras fallidas" a través de impuestos y tarifas consideradas "extorsivas".
Restricciones tecnológicas a "adversarios extranjeros" En otro frente, Trump firmó una orden ejecutiva que limita el acceso a tecnologías sensibles de EE.UU. para ciertos "adversarios extranjeros", que incluyen a China, Cuba, Venezuela, Irán, Rusia y Corea del Norte. Aunque el documento no proporciona detalles específicos sobre las medidas a implementar, deja en claro que la seguridad económica de EE.UU. debe ser una prioridad nacional, y cualquier tecnología clave, desde inteligencia artificial hasta semiconductores, será cuidadosamente monitoreada para evitar que caiga en manos de potencias rivales.
Especialmente China es mencionada como una de las principales preocupaciones, ya que se ha acusado a empresas vinculadas al Gobierno chino de usar inversiones estadounidenses para acceder a tecnologías estratégicas. Trump también subrayó que el Gobierno chino ha aprovechado estas tecnologías para modernizar su aparato militar, lo que representa un desafío para EE.UU. en términos de seguridad nacional.
Impacto en el comercio internacional
Estas nuevas medidas reflejan un endurecimiento de la política comercial de EE.UU. que busca equilibrar la balanza comercial y presionar a países como México y Canadá para que hagan concesiones en áreas clave, como la migración y el narcotráfico. Trump también ha aumentado los aranceles a China, implementando un 10% de tarifa adicional sobre productos chinos, lo que sigue la misma línea de su primera administración.
Biden y el legado de las políticas comerciales
La administración de Joe Biden, sucesor de Trump, también ha tomado medidas similares, en particular limitando las exportaciones de semiconductores y tecnología de inteligencia artificial a China, lo que provocó que el gigante asiático respondiera con controles a la exportación de materiales clave, como el grafito, usado en baterías de vehículos eléctricos.
La política de Trump continúa generando un fuerte debate sobre el futuro del comercio global y la relación de Estados Unidos con sus principales socios comerciales. Sin embargo, su postura sobre los aranceles y las restricciones tecnológicas sigue siendo clara, y estas órdenes ejecutivas refuerzan la línea dura del presidente en la búsqueda de una mayor protección de los intereses económicos de EE.UU. en un mundo cada vez más interconectado y competitivo.