El Hotel Roosevelt, ubicado en el centro de Manhattan, cerrará en los próximos meses, según ha anunciado este lunes el Ayuntamiento de Nueva York. Este hotel, que ha servido como el principal centro de acogida para migrantes desde su apertura en mayo de 2023, fue un componente clave en la gestión de la crisis migratoria que afectó a la ciudad a partir de la primavera de 2022.

Desde su apertura, el Roosevelt ha albergado a miles de personas que llegaron a la ciudad tras ser transportadas en autobuses desde la frontera sur. En su apogeo, el centro se convirtió en un símbolo de la crisis migratoria en el noreste de Estados Unidos, con migrantes durmiendo a veces en las aceras mientras esperaban ser admitidos en el hotel. Durante su funcionamiento, el hotel brindó a los inmigrantes alojamiento temporal, alimentos, atención médica, asistencia jurídica y derivaciones al sistema de refugios de la ciudad.

Según cifras proporcionadas por el Ayuntamiento, más de 173.000 inmigrantes se registraron en el Roosevelt, parte de las más de 232.000 llegadas de migrantes desde la primavera de 2022. A pesar de la disminución en el ritmo de llegadas, con una media actual de 350 personas por semana, el hotel continuó siendo un punto de referencia en la respuesta de la ciudad a la crisis migratoria.

El alcalde de Nueva York, Eric Adams, destacó los avances alcanzados durante este esfuerzo humanitario, indicando que aunque aún quedan personas por atender, el cierre del Roosevelt representa un hito en los esfuerzos de la ciudad para manejar la situación migratoria. "Este es otro paso significativo en un esfuerzo humanitario internacional sin precedentes", declaró Adams en un comunicado.

En los últimos meses, la ciudad ha trabajado para redistribuir a los migrantes, con más de 53.200 boletos facilitados para ayudarles a llegar a destinos fuera de Nueva York. Además, más de 188.000 migrantes que solicitaron servicios a la ciudad han dado pasos hacia la autosuficiencia, según cálculos municipales.

El cierre del Roosevelt es parte de un plan más amplio para reducir los centros de acogida temporales, como los hoteles y las tiendas de campaña en campos deportivos. Para junio, la ciudad planea eliminar 53 centros y reintegrar sus funciones en otros ámbitos del sistema de asistencia.

Este cierre marca el fin de una etapa significativa en la gestión de la crisis migratoria en Nueva York, mientras la ciudad busca estabilizar su respuesta y continuar proporcionando apoyo a los migrantes que llegan.