

En un operativo sorpresa de alto nivel, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) llevó a cabo una exhaustiva requisa en el penal de Ancón I (Piedras Gordas), dirigido a internos de alta peligrosidad, como parte de una serie de intervenciones para frenar las actividades delictivas dentro de las cárceles. La operación, que se realizó con apoyo del pastor belga Kaiser, un perro altamente entrenado para detectar drogas y objetos ilegales, permitió desmantelar complejas redes criminales y asegurar una serie de objetos ilícitos.
El Grupo de Operaciones Especiales (GOES) del INPE ingresó al pabellón 10, donde más de 200 internos condenados por delitos graves como sicariato, narcotráfico y extorsión cumplen su condena. En total silencio y con estrictas órdenes, los agentes inspeccionaron minuciosamente cada rincón del lugar, desde las áreas comunes hasta los sanitarios, utilizando tecnología avanzada como microcámaras para detectar objetos ocultos.
Durante la intervención, Kaiser jugó un papel crucial, al identificar con su agudo olfato una sustancia sospechosa en el inodoro del patio del pabellón, lo que condujo a la incautación de drogas y otros objetos ilegales. Esta acción es solo una muestra de la creatividad de los internos para esconder sus bienes prohibidos, ya que fueron encontrados artículos ocultos en estructuras metálicas, compartimentos secretos dentro de muebles y hasta bolsas de azúcar y stevia que enmascaraban drogas.
El operativo también incluyó el hallazgo de audífonos, chips de telefonía móvil, cables camuflados y envases plásticos modificados, entre otros artículos. Estos objetos, destinados a continuar con las actividades delictivas desde el interior de la prisión, evidencian la sofisticación de los métodos utilizados por los reclusos para burlar el control penitenciario.
Javier Llaque Moya, presidente del INPE, destacó la efectividad de la intervención, subrayando que, a pesar de las adversidades, en los últimos años no se han detectado armas de fuego en las cárceles del país. "Si los pabellones están libres de estos objetos, significa que la estrategia de control está funcionando", afirmó.
A pesar de la molestia y resistencia de algunos internos, quienes se mostraron desafiante ante la presencia de las autoridades, la requisa se llevó a cabo sin mayores contratiempos. Internos como miembros del cartel de la Estrella de Israel o sicarios condenados por homicidios expresaron arrepentimiento por sus delitos, mientras otros mantuvieron una actitud desafiante.
La operación en el penal de Piedras Gordas forma parte de un esfuerzo más amplio por desarticular redes criminales dentro de los centros penitenciarios del país, garantizando que los internos no puedan seguir cometiendo delitos desde sus celdas.