

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este lunes de urgencia para abordar la situación en Siria, luego de una matanza en la región de Latakia que ha dejado más de 1.300 muertos, incluidos 973 civiles, según informes de la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La reunión, solicitada por varios Estados miembros, se llevará a cabo a puerta cerrada y contará con la probable participación del enviado especial para Siria, Geir Pedersen.
El Kremlin ha hecho un llamado a la detención inmediata de la violencia, expresando su preocupación por los enfrentamientos recientes que han afectado gravemente a la población civil. Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, destacó que se deben adoptar medidas urgentes para poner fin a la violencia en el país árabe.
El gobierno interino de Siria, encabezado por el presidente Ahmed al Sharaa, ha anunciado el arresto de varios responsables de violaciones contra civiles. Entre los arrestados se encuentran los culpables de la ejecución de un anciano, un hecho que fue capturado en vídeo y que desató una ola de indignación en el país. Al Sharaa también ha formado un comité independiente compuesto por cinco jueces, un general de brigada y un abogado para investigar las violaciones cometidas durante los últimos días de violencia.
Según el diario sirio Al Watan, todos los detenidos serán llevados ante la justicia en cumplimiento de las instrucciones presidenciales para perseguir a los responsables de los crímenes cometidos en la costa siria.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció que la violencia en Siria ha estado marcada por ejecuciones sumarias con trasfondo sectario. Estas violaciones han sido perpetradas tanto por miembros del régimen anterior como por miembros de las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno interino. Türk hizo un llamado a las autoridades sirias para que tomen medidas inmediatas para proteger a los civiles y garantizar que se rindan cuentas por los crímenes cometidos.
El llamado a la reunión urgente del Consejo de Seguridad refleja la creciente preocupación internacional por la situación en Siria, que ha derivado en un aumento de las violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra en medio de la lucha política interna y los enfrentamientos sectarios. La comunidad internacional espera que las autoridades sirias tomen acciones concretas para garantizar la protección de los derechos humanos y detener la violencia que continúa desestabilizando al país.