

Este viernes, en un encuentro trilateral celebrado en un contexto de crecientes tensiones con Washington, los viceministros de Exteriores de China, Rusia e Irán pidieron poner fin a las sanciones unilaterales ilegales impuestas a Teherán y abogaron por crear un ambiente más favorable para la diplomacia. La reunión, centrada en la situación nuclear iraní, fue un claro rechazo a las políticas de presión de los Estados Unidos y se destacó por la defensa de una solución basada en el respeto mutuo entre las partes involucradas.
Según reportó la agencia estatal Xinhua, los tres diplomáticos subrayaron que el diálogo es la única solución viable para resolver las diferencias, rechazando las sanciones, la presión y las amenazas como mecanismos de negociación. En este sentido, hicieron un llamado a trabajar para eliminar las causas profundas de la situación actual y a respetar los compromisos internacionales, especialmente en lo relacionado con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Irán y las nuevas sanciones de EE. UU.
El mismo día, Irán condenó las nuevas sanciones impuestas por Estados Unidos contra su industria petrolera, tachándolas de deshonestas. Estas sanciones fueron introducidas a nivel de sancionar al ministro de Petróleo de Irán, Mohsen Paknejad, y a las entidades que han ayudado a distribuir crudo iraní a China. A pesar de las sanciones, Teherán reiteró su compromiso con negociar, pero solo bajo condiciones de respeto mutuo, rechazando cualquier negociación bajo presión o intimidación.
En este sentido, Teherán destacó que no negociará con países prepotentes, como afirmó su líder supremo, Alí Jameneí, quien también criticó las políticas estadounidenses de máxima presión sobre el régimen iraní. La postura de Irán ha sido reafirmada por el ministro de Exteriores, Abás Araqchí, quien insistió en que el país solo aceptará un acuerdo basado en la equidad y el respeto mutuo.
El acuerdo nuclear de 2015 y la postura de China y Rusia
La reunión de los tres países también puso énfasis en la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual consagró el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales. Tanto China como Rusia expresaron su apoyo al compromiso de Irán con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), subrayando la importancia de respetar el derecho de Irán al uso pacífico de la energía nuclear.
En este contexto, ambas naciones también resaltaron que es fundamental evitar acciones unilaterales que puedan agravar aún más la situación y empeorar la crisis. Además, reiteraron la importancia de respetar la imparcialidad del OIEA, instando a que ningún país interfiera en su labor.
Aumento de tensiones con EE. UU.
Este diálogo se produce en un contexto de creciente tensión con Estados Unidos, que sigue aplicando sanciones en un intento por frenar la venta de petróleo de Irán. A pesar de la carta enviada por el presidente Donald Trump a Teherán en un intento por reanudar las negociaciones, el Kremlin y Beijing han reiterado su apoyo a una solución diplomática y han advertido que las sanciones y amenazas de EE. UU. podrían cerrar la puerta a cualquier acuerdo.
Mientras tanto, el OIEA ha confirmado que Irán ya acumula 274 kilos de uranio enriquecido al 60%, acercándose al límite de material suficiente para una posible uso militar. Este aumento en el enriquecimiento de uranio ha intensificado las preocupaciones internacionales sobre la proliferación nuclear y ha acelerado las tensiones con las potencias occidentales.
En este complejo escenario, China y Rusia siguen reforzando su relación con Irán, buscando consolidarse como mediadores clave mientras el mundo observa de cerca los desarrollos en la crisis nuclear iraní.