

El expresidente Pedro Castillo negó haber levantado su huelga de hambre, a pesar de que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) informara que, tras una descompensación de salud, el exmandatario fue trasladado al Hospital II Vitarte para recibir atención médica. A través de su cuenta en X, Castillo reafirmó su postura, asegurando que sigue firme en su huelga de hambre seca, que comenzó el 10 de enero de 2025. Esta medida extrema es parte de su estrategia para frenar el proceso judicial en su contra, al que considera una “farsa judicial” y “persecución política”.
“Los medios de comunicación serviles y las instituciones de la dictadura mienten: NO he levantado mi huelga de hambre seca. Sigo firme, resistiendo esta farsa judicial y la persecución política. No claudicaré porque mi lucha es por el Perú profundo”, escribió Castillo en un mensaje publicado en su cuenta en X.
Una huelga de hambre seca es una forma de protesta extremadamente peligrosa, en la que los participantes se abstienen no solo de alimentos sólidos, sino también de líquidos, lo que puede generar deshidratación severa y otros problemas de salud. Sin embargo, Héctor Sandoval Moreno, director del penal de Barbadillo, donde Castillo se encuentra recluido, indicó que tras su alta médica, el expresidente fue alimentado con una dieta blanda y líquidos para estabilizar su salud.
El juicio de Pedro Castillo y su estado de salud
Este episodio de salud ocurre justo antes de la sexta audiencia del juicio oral contra Pedro Castillo, programada para el martes 18 de marzo. En este juicio, Castillo y tres de sus exministros enfrentarán acusaciones relacionadas con el intento de golpe de Estado de diciembre de 2022. La audiencia se celebrará en la Corte Suprema, ubicada en el complejo policial de la Dinoes, contiguo al penal de Barbadillo, donde sigue recluido.
El INPE informó que, tras su descompensación, Pedro Castillo fue alimentado con una sopa, después de lo cual su salud se estabilizó. Sin embargo, el director del penal aclaró que, aunque su estado era estable, se recomendó reposo para el exmandatario. Además, un informe de un médico legista del Ministerio Público confirmó que Castillo se encontraba "hemodinámicamente estable" y sin signos de deshidratación, lo que respaldó la solicitud de la Fiscalía para que el expresidente asistiera a la audiencia. A pesar de esto, la defensa de Castillo pidió que se consultara con su cliente para determinar su deseo de participar, ya que el exmandatario se ha negado a comunicarse con los abogados asignados por el Estado.
Medidas judiciales en contra de la huelga
La jueza suprema Norma Carbajal también intervino en este caso, señalando que la huelga de hambre emprendida por Castillo va en contra del Código de Ejecución Penal, específicamente los artículos 28 y 29 del Estatuto Penitenciario, los cuales prohíben la práctica de huelgas de hambre en el contexto carcelario. No es la primera vez que Pedro Castillo enfrenta problemas de salud relacionados con su protesta. En el martes 11 de enero, sufrió de ligera deshidratación debido a la falta de alimentos y líquidos, un malestar que fue causado por su decisión de continuar con su huelga de hambre seca.
La situación de Castillo y el proceso judicial
Pedro Castillo está siendo investigado por su presunto intento de golpe de Estado en diciembre de 2022, un evento que lo llevó a ser destituido y arrestado. Mientras se acerca la nueva audiencia, el exmandatario sigue haciendo uso de su huelga de hambre como un medio de resistencia a lo que él considera una persecución por motivos políticos.
La audiencia del 18 de marzo será crucial en su proceso judicial, donde se abordarán las acusaciones en su contra, mientras su salud sigue siendo un tema de preocupación. La situación de Pedro Castillo pone de manifiesto no solo el drama personal del expresidente, sino también el contexto político que atraviesa Perú en cuanto a la justicia y la política interna del país.